Va al funeral de su amigo Iñaki en Gipuzkoa y tiene un gesto espontáneo que le salva la vida a otras 24 personas
Josean Fernández cuenta a Expósito cómo les cambió una ocurrencia hace un año mientras velaban a su amigo en la provincia vasca
Madrid - Publicado el - Actualizado
4 min lectura
Hay momentos de improvisación que pueden parecer extraños en el momento pero que, en algunos casos, terminan siendo definitorios para algunas personas. Uno de esos fue el que le ocurrió hace un año a los amigos de Iñaki, que acudieron a su funeral en la provincia vasca de Gipuzkoa.
Un gesto espontáneo en mitad del servicio ha terminado salvando de una forma muy especial hasta a 25 personas, como cuentan a Expósito los protagonistas en una historia que el comunicador de COPE ha contado este martes en La Linterna.
El funeral de Iñaki
Y es que hace un año que falleció Iñaki, un amigo de AERGI, la Asociación de alcohólicos en rehabilitación de Gipuzkoa, y en el tanatorio convirtieron un momento triste en uno emotivo y alegre con una simple idea: interpretar su canción favorita.
En aquel momento los amigos reconocieron que, además de compartir amistad con Iñaki, todos disfrutaban de la música. Josean Fernández, el presidente de la asociación, lo explicaba este martes en los micrófonos de La Linterna.
“La música tiene un poder extraordinario en todos los aspectos y más si se tiene en cuenta que una de las asignaturas pendientes de las personas como nosotros es la comunicación interpersonal”, asegura Josean a Expósito. “Nos cuesta mucho trabajo por nuestra tendencia al aislamiento y a la soledad, y más después de años de consumo, pues cuesta mucho volver a comunicar con el mundo”. Así, todos formaron el coro 'Voces sin alcohol'.
Unos inicios complicados
Ahora el coro de “Voces sin alcohol” está formado por 25 personas, entre 40 y 60 años. Todos se encuentran en rehabilitación por el consumo de alcohol. Pero los inicios fueron algo desordenados, porque alguno tocaba la guitarra, otro cantaba... Pero, eso sí, todos se comprometieron a no faltar a los ensayos, como explica Adrián Lado, director del coro.
“El hecho de que que unas personas se comprometan con el canto después de pasar por una vida tan dura les obliga directamente e indirectamente a cambiar a los hábitos saludables para poder cantar”, señala el responsable del coro a Expósito. “Si encima le añadimos que es música coral, música en grupo, le añades todo lo que conlleva el trabajo equipo, apoyo, socialización, fuera complejo, de si canto mejor, canto peor, exponerse al error...”
La salvación para 25 personas
Después de un año ensayando sin la ayuda de un profesional, en octubre de este año se unió al coro Adrián para dirigir al grupo. Con él están aprendiendo a afinar, a utilizar la voz y el progreso es notable. “Partimos de la gente que nos haría encantar y ya sale un resultado bastante decente”, añade el director del coro en COPE. Y es que, aunque reconocen que todavía están cantando a una voz, la calidad vocal que se tiene “con las cuatro indicaciones que he podido dar en un mes y medio de formación coral” el resultado es sorprendente.
Nos cuesta mucho trabajo por nuestra tendencia al aislamiento y a la soledad, y más después de años de consumo
Voces sin alcohol
La música les ha cambiado la vida, les ha ayudado a comprometerse, a evadirse, y lo más importante, a dejar de consumir alcohol. Josean es muy consciente de la segunda oportunidad que está disfrutando. “Siempre he sido aficionado a la música y contar con ella como un elemento de rehabilitación, no se nos había ocurrido nunca hasta que nuestro compañero Iñaki falleció”, se sincera. Así, de ser una persona “totalmente áspera y creída, desencantada, de vuelta de prácticamente todo y acabar casi casi saltando de un puente”, la vida ha pasado a ser “un regalo precioso”. “Es la guinda del pastel de mi rehabilitación después de 23 años sin consumir”, confiesa Josean en La Linterna.
La rehabilitación de Josean, cuenta, pasa por la terapia, en la que la música se ha convertido en un elemento imprescindible en su incansable lucha. Y los resultados ya se notan tanto en él como en el resto de sus 24 compañeros.
“El contacto terapéutico de las terapias de rehabilitación es un contacto de silla a silla, pero en la música el contacto es de hombro a hombro, es de voz a voz, las voces se tocan, se rozan y eso está creando un clima terapéutico de un altísimo nivel”, cuentan los miembros del coro en COPE. “La cara, el gesto de la gente que viene al ensayo después de las horas de terapia o de las horas de trabajo y todavía tienen ganas de ponerse a cantar, no esperaba yo que estuviese un resultado tan espectacular”, añade Adrián, director de 'Voces sin alcohol'.