Luis del Val: "Tengo suficientes razones para deducir que ni Putin ni Cirilo son hombres de buena voluntad"
El maestro, Luis del Val, reflexiona en La Linterna sobre la guerra de Ucrania, en la que no pararon los bombardeos ni en la Nochebuena
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El patriarca de la iglesia ortodoxa rusa Kirill, Cirilo para los españoles, fue compañero de Putin. No porque Putin fuera sacerdote ortodoxo en algún momento de su vida, sino porque Cirilo, antes de ser patriarca, perteneció al KGB cuando estaba en Suiza, y Putin era un espía del KGB en la Alemania del Este, antes de que cayera el muro de Berlín. Posteriormente, el patriarca Cirilo fue un gran agente electoral de Putin, y luchó por su triunfo. Y ahora, cuando prácticamente Rusia es una dictadura, se encarga de animar a la guerra contra Ucrania y a proclamar que Putin es la gran salvación de Rusia.
Las iglesias ortodoxas desde hace tiempo celebran ya la Navidad el 25 de diciembre, tanto la iglesia ortodoxa a Ucrania como la iglesia ortodoxa rusa. Durante la Segunda Guerra Mundial, en las Navidades de 1944, hubo una tregua espontánea, y los soldados alemanes y franceses, desde las trincheras, cantaron Noche de Paz y hasta organizaron partidos comunes de fútbol.
Pero a Putin estas cosas le deben parecer debilidades, y aprovechó la víspera y la nochebuena y el día de Navidad para lanzar terribles ataques sobre Ucrania y los centros energéticos, me imagino que con objeto de que no hubiera demasiada luz en el portal de Belén, y varias docenas de familias, en lugar de celebrar el nacimiento de Jesús, celebrarán los funerales de algún hijo, algún padre, algún esposo, algún hermano muerto.
No sé si el patriarca Cirilo bendijo alguno de los drones o misiles antes de su lanzamiento, pero ya declaró que la invasión de Ucrania por Rusia era una guerra santa, tan santa como matar en Nochebuena, mientras el mundo canta villancicos y proclama gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad. Tengo suficientes razones para deducir que ni Putin ni Cirilo son hombres de buena voluntad.