Por qué la mayoría de enfermos en la Franja de Gaza presentan infecciones en la piel: lo explica una enfermera en la zona
Cuando se cumple un año de los ataques de Hamás a Israel y el inicio de la guerra, Expósito recoge testimonios en la propia zona de Gaza
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Un año ha pasado desde que Israel viviera uno de los días más sangrientos de su historia. La primera vez en que un enemigo penetraba en su territorio desde la guerra que siguió a su creación, en 1948. Hasta 2.000 cohetes lanzó Hamás como distracción para poder entrar en Israel. Los terroristas se lanzaron en busca de víctimas. Mataron a cerca de 2.000 personas. Entre ellas, 815 civiles, según el recuento de las autoridades israelíes.
Atacaron bases militares, comunidades agrícolas, también conocidas como kibutzs y un festival de música electrónica multitudinario con el que se encontraron. Además, los combatientes de Hamás capturaron a 251 personas. Días después Israel atacó sin piedad Gaza iniciando una guerra que ya superan los 42.000 muertos y que se extendió a otros puntos del país.
Con el paso de los días la tensión fue en aumento en el norte de Israel, justo en su frontera con el Líbano. Hizbulá empezaba a meter presión en una zona que, finalmente, se iba a convertir en un nuevo frente de guerra. Una de las grandes ofensivas israelíes se produjo en Beirut cuando consiguieron matar al líder de Hizbulá, Hasan Nasrala, un golpe moral para el grupo terrorista que provocó el despertar de un tercer protagonista en esta historia: Irán.
Este lunes el director de La Linterna, Ángel Expósito, recuerda qué ocurrió en aquel 7 de octubre de 2023 y cómo está el territorio ahora.
La vida en un hospital en Gaza
El balance de los ataques durante este año es demoledor: Más de 41 mil gazatíes muertos, diez mil de ellos aún permanecen bajo los escombros. Casi 2 millones de los 2,4 millones de habitantes del enclave palestino han tenido que abandonar sus hogares. El 85% de los edificios escolares de Gaza han resultado dañados y solo 17 de los 36 hospitales del enclave siguen funcionando parcialmente.
En uno de ellos está Anaïs O'Sullivan, supervisora de enfermería en un hospital de campaña que Médicos Sin Fronteras ha instalado en la Franja de Gaza, en Deir-Albalah. Explica en La Linterna que “muchas personas llegan en muy mal estado, con infecciones en la piel, respiratorias, quemaduras, traumatismos”.
“El hospital lo construimos hace 3 semanas, son tiendas de plásticos bastante grandes de 45 metros cuadrados”, explica, a la vez que asegura que hace especial calor dentro, aunque cuentan con un sistema de calefacción para el invierno.
Infecciones en la piel
Así, confirma O'Sullivan que la mayoría son infecciones de la piel e infecciones de las vías respiratorias y el motivo son las condiciones de vida: “la gente no tiene acceso al agua y de camino al hospital lo vemos”. “Son pozos hechos en la arena, y van llenando cubo tras cubo, y esa es el agua para lavarse”, explica a Expósito. “El agua potable se reparte mediante asociaciones, no existe eso de abrir el grifo y lavarte”.
Por otra parte, el caso de las infecciones respiratorias es porque la gente vive en tiendas con plástico encima, “pero otros sencillamente se echan mantas o cortinas”, asegura. “Están todos amontonados y si uno se pone malo todos lo pillan”. Además, subraya que tampoco hay jabón: “un champú bueno era antes 4 euros y ahora uno normal cuesta el doble”.
“Ahora mismo tenemos suministros porque acabamos de abrir, pero ya nos hemos quedado sin crema para tratar las infecciones de piel, y estamos pasando al plan B que son los antibióticos orales”, concluye la enfermera en los micrófonos de COPE.