Obispo de Urgell, desde Jerusalén: "Se nota la alegría en todos aquellos que están envueltos en el conflicto"

El obispo de Urgell, Joan-Enric Vives, ha explicado este lunes a La Linterna desde Jerusalén que “se nota la alegría en todos aquellos que están envueltos” en el conflicto en Oriente Medio, así como “el gozo de esto que ha empezado”. “Nos decían desde Gaza hoy que es la primera noche que no han tenido bombardeos”.

“Los obispos estamos en esta misión, que en el fondo la nuestra es extraer esperanza, detectar esta esperanza y, si podemos, compartir esperanza con todos los cristianos y todos los hombres y mujeres de buena voluntad, tanto en una parte como en otra”, aclara.

Aunque señala Vives que se nota esa esperanza en Tierra Santa, “hay que cogerlo con pinzas”. “Venimos a ser testigos de esperanza y más en este año del jubileo que el Santo Padre nos ha puesto este lema en todo el año del 2025”.

“Aquí hay un desastre humano muy grande”

El obispo es representante de la Conferencia Episcopal en las 'Holy Land Coordination', unos encuentros que se realizan en Tierra Santa para acercar la realidad pastoral de la zona a los distintos países. Encuentros que en el último año han cobrado especial relevancia dada la guerra, como explicaba este lunes Expósito en los micrófonos de COPE.

“Siempre promovemos tanto la presencia como la plegaria, como la presión a los que podamos llegar con nuestros comunicados”, apunta monseñor Vives. Lamenta el obispo que no haya “unos liderazgos fuertes que puedan comprometer y pasar de las ideas generales a los compromisos reales”, siendo, concreta, “una de los grandes dificultades”.

“Por eso nosotros decimos hemos de reconstruir y ayudar a reconstruir todo lo que se pueda, la confianza, Gaza, todas las estructuras, hay que tomar conciencia de ello, todo está destruido, nos decía el patriarca, la electricidad, el agua, los servicios, las carreteras, las escuelas, los hospitales, todo es todo”, concluye el obispo de Urgell.

Por último, denuncia Vives que en Oriente Medio “cuando uno lo mira desde una conciencia moral, que es la que queremos tener nosotros, yo personalmente también, pues la verdad es que hay un desastre humano muy grande, una agresión humana, inmensa y un gran dolor”. “Hay tanta gente que está interesada en la guerra que deberíamos intentar poner otros elementos y esto es lo que los obispos que venimos aquí en visita animamos a las comunidades”, añade.