La Universidad de Valencia busca objetos de familias para restaurar tras el temporal y termina encontrando un tesoro

Son muchas las labores de recuperación y ayuda que se están realizando en los últimos días en municipios de Valencia como Paiporta, Utiel, Aldaya o Massanassa. Muchos son de retirada de agua y lodo, otros de desatasque, todavía algunos de rescate de vehículos o de reparto de ropa o comida. 

No obstante, la Universidad de Valencia está haciendo uno muy especial y que estaba semana ha relatado en La Linterna su director, Ángel Expósito. Un trabajo de restauración de objetos personales, en principio fotos, pero que les ha llevado a dar con una familia que guardaba en su casa un auténtico “tesoro”, como relata en los micrófonos de COPE una de las voluntarias de la iniciativa.

Iniciativa de la Universidad de Valencia

“La situación en Valencia ha sido tan trágica que muchos de los vecinos no podían creer haber perdido las fotografías antiguas de sus familiares”, relataba el comunicador de COPE. Álbumes embarrados, imágenes mojadas... Otra imagen desoladora que ha dejado la DANA, a la que han querido poner remedio en la Universidad de Valencia recuperando y restaurando todos estos recuerdos.

Marisa Vázquez, directora de Patrimonio de la universidad, explica en La Linterna que habían recibido “peticiones por parte de las familias damnificadas que tengan álbumes y fotografías que quieran rescatar”. A partir de ahí, llevaron un registro de todas estas personas, todas estas familias. “A veces nos desplazamos nosotros para recoger esos álbumes y esas fotografías, y otras veces nos las envían y llegan hasta nuestros laboratorios”.

Algunos vecinos, al ver los álbumes cubiertos de barro, se han deshecho de ellos. Pero otros no han tenido fuerzas para hacerlo, porque la mayoría de las imágenes parecían irrecuperables, como cuenta Vázquez.

“Hay de todo, hay algunas que están muy muy dañadas, muchas de las que llegan sí que se pueden recuperar, porque lo que tienen es mucho barro, mucha agua y mientras la imagen no se haya desdibujado es posible ir estabilizando gradualmente el soporte”.

Un tesoro bajo el lodo valenciano

Cuando las fotografías llegan a los laboratorios se hace un registro de entrada para que al final del proceso puedan ser devueltas a sus correspondientes familias. Así, lo siguiente es trabajar directamente sobre las imágenes. Alejandra Nieto, experta en restauración en la Universidad de Valencia, asegura en La Linterna que se están “centrando en hacer un proceso de lavado” si consideran que es oportuno.

“Hay veces que también las cintas son muy inestables, y ahora mismo no las estamos lavando, estamos esperando a que sequen”. De momento solo se están encargando de rescatar y salvaguardar las fotografías, y no de restaurarlas. Ese será el siguiente paso del proceso.

Les han llegado cerca de 50.000 imágenes y las peticiones no paran de aumentar, pero ha sido la de una familia en concreto la que les ha llamado la atención por el “tesoro” que han terminado encontrando. “Tenemos ahora una familia que además estuvimos recogiendo presencialmente con ella y nos contó un poco, que también eso es muy interesante, el poder tener contacto con la familia”, cuenta Nieto a Expósito. En el lugar, señala, hay cartas manuscritas del abuelo “que hablaba esperanto y además era autodidacta y nos contó la historia y las tenemos ahí”. “Tiene billetes de la República, tiene una colección de vitolas de puros... En fin, muchos tesoros”, concluye.

Un pedazo de memoria tras el temporal

Algunos de los vecinos daban por perdidas sus fotografías. Impresionaba ver los álbumes manchados de barro. Era impensable imaginar que aquellas imágenes en papel volverían a recuperar su esplendor. “Nos damos cuenta que van a sobrevivir y que eso pues es un pedacito de memoria y, como nos pasa a todos, la memoria tiene que ver con la identidad y tiene que ver con lo que somos y lo que podemos proyectar”, pone en valor una de las restauradoras de la Universidad de Valencia en COPE. “Saber qué estamos trabajando en eso nos da mucha alegría a todos.

Estas fotografías son muy importantes para sus dueños. Algunas está resultando muy difícil recuperarlas, por eso han recurrido a otras técnicas. “Estamos introduciendo también el ámbito de la imagen digital, porque a veces en fotografías más modernas quizá tiene menos caso trabajar mucho sobre el objeto original y, a lo mejor, lo interesante es conseguir tener esa imagen aunque sea en otro formato digital que se pueda reproducir”, concluye.