Notre Dame tres años después del incendio
El incendio se inició en las obras de renovación que se estaban llevando a cabo en la cubierta del templo. Rápidamente, el fuego se propagó en cuestión de minutos.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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15 de abril del año 2019. París. Se acercan las siete de la tarde cuando el sol está empezando a caer en la capital francesa. Miles de turistas caminan por sus calles visitando entre otros monumentos la catedral de Notre Dame que está en proceso de restauración. Minutos después de cerrar las puertas a los visitantes, comienza la pesadilla.
El incendio se inició en las obras de renovación que se estaban llevando a cabo en la cubierta del templo. Rápidamente el fuego se propaga en cuestión de minutos y las llamas empiezan a devorar parte del techo del templo, incluida su famosa aguja central, una de sus partes más icónicas de 96 metros de alto y unas 500 toneladas de peso. Así contaba en COPE lo que estaba ocurriendo Mario González, concejal de París.
Poco a poco el incendio iba devorando el techo de la catedral mientras que los turistas y curiosos que se encontraban en la zona miraban asombrados lo que estaba ocurriendo y se reunían en los alrededores de la catedral. Eso en el exterior porque en el interior los bomberos se empleaban a fondo para poder extinguirlo.
Alrededor de 500 bomberos trabajaban sin descanso para tratar de extinguir las llamas. El difícil acceso a la isla fluvial en la que está la catedral, rodeada por las aguas del Sena, dificultaba mucho la labor de los efectivos. El humo ya se veía desde varios kilómetros y tras la llegada de la noche, el rojo intenso permitía localizar perfectamente el fuego. Parisinos como Emilie contaban emocionadas lo que estaban viendo.
Las llamas cada vez cogían más altura con el paso de los minutos y la situación empezaba a ser crítica. Las autoridades se temieron lo peor hasta el punto de que incluso se esperaba que todo el edificio quedara reducido a cenizas. Por eso miles de personas se acercaban a esta zona a pedir y rezar para que eso no sucediera.
Entre esa multitud se encontraba Angelina, una parisina que se había recorrido varios kilómetros andando para acompañar a la catedral en sus últimos momentos. A partir de este momento, cerca de la medianoche, empezaron a llegar las buenas noticias a cuentagotas. Primero se consiguieron salvar la mayoría de las obras de arte y reliquias religiosas tras ser retiradas mientras los bomberos trabajaban para controlar las llamas. Segundo hasta dieciséis estatuas de bronce fueron removidas de alrededor de la aguja cuatro días antes del incendio. Y tercero, las torres consiguieron resistir de las llamas. Los trabajos de los bomberos se mantuvieron durante toda la noche hasta las diez de la mañana cuando se dio por extinguido. A partir de ese momento se inició una campaña de solidaridad para comenzar cuanto antes las tareas de reconstrucción.
Para que te hagas una idea, la catástrofe provocó una ola de generosidad, con casi 844 millones de euros en donaciones, procedentes de 150 países. Este viernes se cumplen tres años desde que la catedral fuera arrasada por las llamas. En ese momento recibía casi 12 millones de visitantes, se hacían 2.400 misas y 150 conciertos al año. Por ese motivo te quiero hablar de cómo está ahora la catedral de Notre Dame, uno de los símbolos más importantes de toda Europa.
Han pasado ya cerca de tres años desde que la Catedral de Notre Dame estuviera a punto de desaparecer. Un incendio que seguimos casi en directo gracias a las redes sociales y que todavía recuerdan personas como José.
Fue un momento de shock en el que la altura de las llamas y la caída de la aguja siguen siendo las imágenes que no se pueden olvidar. Ha pasado mucho tiempo pero es difícil pasar por ese lugar sin recordar todo lo que ocurrió ese fatídico 15 de abril de 2019.
Pocos días después del comienzo de este incendio, la Fiscalía de París abrió una investigación para determinar las circunstancias de un incendio que se propagó con gran rapidez y que fue imposible extinguirlo más rápido.
Cuando el fuego dejó de avanzar por todos los rincones de la catedral de Notre Dame, sobre la mesa empezaron a caer muchos proyectos de restauración procedentes de países de todo el mundo. Y uno de ellos es español. Se llama Fran Canós y es un joven ingeniero de diseño industrial. Esa imagen todavía la tiene grabada. Y es que no puede quitarse de la cabeza cómo la catedral se quedaba sin su cúpula y su famosa aguja. Por eso, decidió crear un proyecto que dio la vuelta al mundo.
Reconstruirla como si no hubiera pasado nada allí como si estuviera intacta. Fran había pensado en todo, la estructura, los meses de preparación y también el material que sería necesario para llevarlo a cabo. Hoy hemos hablado de la catedral de Notre Dame cuando estamos a punto de cumplir tres años del incendio que se desató en su cúpula. La reconstrucción sigue su curso y esperemos que dentro de muy poco podamos volver a visitar esta famosa obra maestra del arte gótico.