El juez instructor abre una causa aparte sobre la relación de Puigdemont con los espías rusos, con el entorno de Putin, y le quiere llevar para adelante por espionaje y traición.

Ojo eh. Inmediatamente, tanto la parte de Puigdemont como la parte del gobierno, de aquella manera, salen diciendo que todo es amnistiable, que de aquello no hay nada, que el juez ha tomado psicotrópicos. Eso ha dicho el tal Gonzalo Boye, el abogado.

Vamos a ver, ponte de situación. Años antes del 2017, cuando el referéndum, el entorno de Puigdemont y el propio presidente de la Generalitat, que entonces era don Carles, se ponen en contacto con el entorno de Putin, con los espías hacia este sur de Europa. ¿Por qué? Porque Puigdemont necesitará pasta, necesitará reconocimiento y le da exactamente igual con quién.

Por otra parte, Putin y compañía, ¿qué quiere? Desestabilizar lo más posible Europa. Ya sea a través del Brexit, ya sea a través de grupos ultras tanto de derecha como de izquierda, tanto en el este de Europa, como en el sur, ya sea desestabilizar Occidente por Estados Unidos o ya sea con un tonto útil como Puigdemont, en este caso en España.

Insisto, ponte en situación. Puigdemont con la tropa del procés, Putin con sus espías, todos mezclados para no se sabe muy bien qué. ¿Qué podría salir mal? Y el Gobierno de España amnistiándoles en su intención también por esta traición.