El racismo en Estados Unidos: un problema que recorre la historia del país

En Estados Unidos -y en el resto del mundo- se suceden las manifestaciones y las protestas por la muerte de George Floyd el pasado 25 de mayo. Desde entonces, la cuestión del racismo en Estados Unidos, y la violencia policial en ese país, han vuelto a la palestra como en los peores tiempos de la lucha por los derechos civiles. Estos días, las imágenes de las manifestaciones se suceden en Europa, mientras que en Estados Unidos todo ello ha puesto contra las cuerdas la polémica presidencia de Donald Trump, ya muy tocada por la gestión del covid-19.

El racismo en Estados Unidos, y la lucha por la igualdad, recorren la historia de ese país. Son el gran escenario de su Guerra Civil, y la cara menos amable del viejo sur. Pese a la victoria de Lincoln, la igualdad tardaría mucho en llegar, si es que lo ha hecho. Por el camino, surgió el siniestro Ku Klux Klan y tants historias de violencia que identificamos con el sur, pero que recorren todo el país.

La década de los cincuenta y la de los sesenta fueron la de la lucha por los derechos civiles, la de la ruptura con la heredera miserable de la esclavitud: la segregación racial. En las universidades, en transporte, en el voto… Una lucha con nombres propios como el de James Meredith, Rosa Parks, los hermanos Kennedy o Martin Luther King…

La Ley de Derechos Civiles fue la culminación de la lucha por la igualdad legal, pero no el fin de un problema, que sigue latente en Estados Unidos, y que aflora con dramatismo, y con demasiada frecuencia, espoleado por otro de los dramas del país, el de la violencia policial, como la que vapuleó de manera cruel a Rodney King en 1992, dando origen a los graves incidentes de ese año en Los Ángeles.