"Para mí, que Sánchez aguanta. A no ser que lo de Begoña reviente por donde no podemos ni imaginar, cosa que no parece"

Por fin se terminó el 2024. Vaya añito. Problema, que llega un 2025 que pinta igual o peor. A estas alturas del año, las palabras claves son incertidumbre, duda, angustia, guerras, inmigración y juzgados. Mezcla todo eso así en una coctelera y te sale un combinado perfecto en lo nacional y en lo mundial del panorama geoestratégico y del panorama doméstico.

En casa, por empezar por lo más próximo. Para mí, que Sánchez aguanta. Aguantaría chuzos de punta. 1. A no ser que lo de Begoña reviente por donde no podemos ni imaginar, cosa que no parece. El juez peinado seguirá la instrucción. Begoña y su abogado, el exministro del interior, seguirán mirando hacia otro lado, haciendo como que, oye, yo no sabía nada, me hago la tonta, que, en fin. Y si no al tiempo.

2. El fiscal general. Le da lo mismo. Al final revienta el caso del fiscal general y no le queda más remedio que, o bien dimitir o que le inhabiliten, vete tú a saber. Le da lo mismo, ponemos a otro, oye, ponemos a Baltasar Garzón si es preciso o volvemos a recuperar a Dolores Lola Delgado. ¿Qué más da si ocupe quien ocupe ese despacho de la Fiscalía General? Va a ser el fiscal del gobierno. Ya lo dijo Sánchez en su discursito de Navidad.

Luego está lo del oro del artista, que seamos sinceros, tiene la importancia que tiene más allá del morrazo, el simbolismo, el enchufe y la caradura. Hazlo tú, autónomo. Retrásate un día en la declaración trimestral del IVA, mete una factura de más o vete a Portugal a pagar menos impuestos. Hazlo tú, ya verás. Y luego, claro, el tema a mollar, más importante en lo político que todos los anteriores. El caso Ábalos, un figura, acompañado de Koldo, el hermano de Koldo, Aldama, Santos Cerdán, Ángel Víctor Torres y todos los que colgaban de aquel despacho del ministro y secretario de organización del PSOE.

Por cierto, hoy a media tarde ABC.es ha publicado el vídeo de Ábalos ante el Supremo, ahora ya lo tienen un montón de webs, hemos sacado una pildorita, solo una pildorita. Si es que me la han arrebatado todas, estoy sola. ¿Te acuerdas, Ábalos? Me la han arrebatado todas, señoría. O sea, lo normal, tú eres ministro, estás casado con tu tercera esposa, la señora Perles, por cierto, y lo que son las cosas.

Te presentan Koldo y el hermano, que son dos piezas, te presentan a su amiga Jéssica, estableces una relación, te la llevas a todo tipo de viajes oficiales y tú le pagas a Koldo para que tu mujer no se entere de que te llevas con tu tarjeta de crédito de viaje a quien ha contratado el hermano de Koldo para no sé qué chiringuito, no sé qué empresa dependiente de Renfe. Lo normal, Ábalos, lo normal. Me han arrebatado mi vida privada, lo normal.

Bueno, en clave nacional también nos queda Puigdemont y el resto. Pablo Iglesias, Yoli, Batasuna, Esquerra, el PNV... El mundo mundial. La verdad es que el panorama se resume en cinco puntos, lo que pasa es que cada uno es complejísimo. Primero, Donald Trump. El día 20 toma posesión. Lo más probable, vete tú a saber. Dos, la guerra de Ucrania. Vamos a por tres años de guerra, con cientos de miles de soldados muertos, sobre todo rusos, pero al psicópata Putin le da igual.

Tres, en Oriente Medio, tras lo último de Siria hace un mes, como alguien me dijo hace relativamente poco, va ganando Israel. Veremos hasta dónde. Queda la crisis migratoria, cuatro, África, Asia, América, una crisis migratoria que no ha empezado, ojito. Y cinco, ¿Qué de Europa? Francia y Alemania, con un calendario electoral fundamental para todos durante este 2025, y con una tendencia muy complicada en cuanto a la ingobernabilidad de las locomotoras de Europa. Lo dicho, incertidumbre, inestabilidad, dudas y guerras.