Expósito: “Si tu vicepresidente es Iglesias y tu socio está en la cárcel, al menos ahórranos el bochorno”
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La inmensa mayoría de problemas que nos asaltan en la actualidad política española provienen, de un modo u otro, de nuestro modelo territorial. La mayoría de los casos de corrupción se producen o produjeron en administraciones autonómicas. Mira los ERE, los Pujolone o las distintas Gürtel.
Los problemas políticos dependen de las ínfulas y el supremacismo, según convenga. Mira Cataluña, País Vasco, Baleares, Valencia o lo que queda por venir... Porque ahora se reabre León, Cartagena, el Bable, la Fabla...
Y no te cuento las baronías. Porque aquí se firman gobiernos en función del poder territorial de la baronesa o el barón de turno.
Y no es cuestión de este gobierno, que también, llevamos así muchos lustros. De hecho, conviene recordar que la Educación no fue transferida, precisamente, por Pedro Sánchez.
Menos mal que su persona llamará a los presidentes autonómicos para arreglarlo todo. Todo lo que sea para disimular su llamada a Torra y su reunión con batasuna.
En este sentido, tres ejemplos, tres, de esta España mía, esta España nuestra de las autonomías: eventos del día; hechos concretos y previsión de la semana.
1.- El presidente del Gobierno en funciones, en su mismísima persona, ha iniciado hoy lunes su ronda de contactos con líderes de partidos y presidentes autonómicos con Pablo Casado, y la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas. Ya me dirás para qué, salvo para perder el tiempo y hacer el paripé.
Estas dos entrevistas se enmarcan en el programa de contactos que incluirá también conversaciones con todos los presidentes autonómicos, incluido Quim Torra, con quien lleva un año sin mantener contacto. El primero será el lehendakari Íñigo Urkullu y continuará con Torra, siguiendo el protocolo marcado por el orden de aprobación de los estatutos de autonomía.
En esta ronda de contactos de Sánchez no participará Vox, que ha alegado que no se sentará con el PSOE a hablar de la investidura mientras los socialistas sigan negociando con «los enemigos de españa».
Con franqueza. Si ya has nombrado vicepresidente a Pablo Iglesias --te lo juro-- y el jefe de tu socio parlamentario está en la cárcel por golpista, al menos, que nos ahorren el bochorno.
2.- El Gobierno, en funciones, aplica un 155 a las cuentas andaluzas. En concreto a las cuentas que firmó la actual ministra de Hacienda. El secretario general de Hacienda comunica que Andalucía no reúne los requisitos necesarios para adherirse al fondo de financiación a las comunidades autónomas para 2020 y le insta a realizar un plan de ajuste para someterse al FLA, al tiempo que le impide la captación de recursos a través del mercado financiero.
La paradoja es que se sustenta en el incumplimiento de los objetivos de estabilidad y de deuda pública y regla de gasto del ejercicio 2018. Es decir, del último presupuesto gestionado por el gobierno socialista de Susana Díaz, cuyas cuentas fueron elaboradas por la consejera María Jesús Montero, ahora ministra de Hacienda.
El gobierno andaluz dice que Hacienda ha intervenido financieramente la comunidad. Un extremo que niega el Ministerio de María Jesús Montero, Hacienda, a través de un comunicado, explica que se limita a cumplir la ley, la normativa que está en vigor y pide que se corrijan las desviaciones detectadas. En ningún caso se le exigen recortes sino que oriente su política económica para cumplir los objetivos de estabilidad.
Independientemente de quien tenga razón, si el gobierno central o el autonómico, lo cierto es que de los cientos y miles de millones que se fumaron, se bebieron y se forraron de los ERE, de los cursos o en puticlubs. De eso, ni un duro.
Y 3.- En plenas negociaciones de Pedro Sánchez en busca de apoyos para su investidura, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña tiene previsto notificar esta semana, la sentencia que condenará al presidente de la Generalitat, Quim Torra, por un delito de desobediencia, por el que la Fiscalía pidió en el juicio una condena de veinte meses de inhabilitación y una multa de 30.000 euros.
Leo en ABC que teniendo en cuenta que fue el propio Torra quien admitió que se negó a retirar los lazos amarillos de edificios públicos en periodo electoral porque «la orden era ilegal», la condena se da por segura. La única incógnita es el tiempo que durará su inhabilitación.
O sea, que te reúnes con la oposición y llamas a los reinos de taifas para hacer un paripé. A la vez, intervienes la Hacienda andaluza por la gestión de tu propia ministra mientras en Cataluña siguen adoctrinando en las escuelas, insultando desde TV3 y abriendo embajadas, todo ello con mi dinero y el tuyo.
Y la guinda, negocias hasta la vajilla de la abuela con un partido cuyo líder está en la cárcel y con otro cuyo jefe sigue huído porque se escapó y al otro le van a inhabilitar.
En suma, ¿qué puede salir mal?