¿Cómo ha terminado afectando la sequía al aceite andaluz?: Un 30% menos de producción

El campo andaluz mira al cielo. La tierra está seca y el fruto de la mayoría de los cultivos no ha conseguido mantener la calidad de otros años. Uno de los sectores más afectados, es el del aceite de oliva. La aceituna es tan pequeña que algunos agricultores se plantean no recogerla en esta temporada de verdeo. Los embalses de Córdoba o Jaén -donde se concentra la mayor cantidad de producción de olivos- están por debajo del 20%. Con esa cantidad de agua, afirma Teresa Pérez, gerente de la Organización Interprofesional de aceite de oliva, el fruto se ha quedado sin grasa, y por tanto, sin aceite. De hecho, para el año que viene, se espera que la producción sea un 30% menor de lo habitual.

“La sequía y las olas de calor de esta temporada han hecho que las flores se hayan quemado, abortaran, y el fruto ni siquiera llegara a salir”, dice Pérez. La primera subida de temperaturas fue en el mayo así que para entonces, los agricultores ya sabían que la producción iba a mermarse. Y es que la lluvia es lo que hace que el fruto se ensanche y se llene de grasa. Por eso, es fundamental que llueva en las próximas semanas, “la aceituna todavía puede absorber el agua durante la recolección”, afirma Pérez, “pero de momento, no hay previsión de precipitaciones”.

Los precios del aceite de oliva, aún por subir

Pero a la falta de agua y al calor, hay que sumarle la subida de los costes. Repercute en los envases, en los combustibles, en los fertilizantes... y además, se espera que esos precios sigan subiendo en los próximos meses. “En esta campaña no se han notado tanto porque la subida de los costes todavía no se ha aplicado, pero en la del año que viene tendremos que ver cuánto afecta al origen de la producción”.

Aún así, la gerente de la Organización Interprofesional del sector pide calma. Dice que el nivel de exportaciones de España es envidiable y que la distribución a nivel nacional sigue siendo elevada. Habrá que ser prudentes para lo que pueda pasar en los próximos meses, pero Pérez espera que los precios se ajusten por igual a todos los agentes de la cadena de distribución.

Sobre los precios del producto final, Pérez reconoce que el 60% de la botella de aceite recae en los productores. “A un agricultor le cuesta unos 4,20 euros producir un litro de aceite, en el supermercado, la botella cuesta 6”. Según el Instituto Nacional de Estadística, el precio del aceite en el pasado mes de agosto era un 30% más caro que hace un año.