Diego Garrocho: "Las fake news y las denuncias falsas a la altura del exilio, pocas maneras de respetar menos la memoria de los represaliados"
El profesor de Filosofía le explicaba a Expósito su opinión acerca de las comparaciones entre la persecución a los socialistas en la dictadura y la supuesta trama que "habrían urdido los perversos jueces y periodistas"
Madrid - Publicado el
2 min lectura
¿Es rentable hacerse la víctima? Pues Daniele Giglioli, un profesor de literatura comparada de la Universidad de Bérgamo, publicó hace algunos años un excelente ensayo en el que proponía o sugería que la víctima es el héroe de nuestro tiempo. Y es que en pocos momentos de la historia se ha capitalizado tantísimo la victimización. En nuestros días no sólo existen movimientos sociales ordenados en torno a la reparación del daño de víctimas reales o supuestas, sino que también en el ámbito literario los traumas, el sufrimiento padecido y el señalamiento oportuno de culpables se han convertido en un verdadero tópico.
Ya no venden las victorias ni los relatos de fortuna. Ahora lo importante es figurar como una víctima de la injusticia para así ganar prestigio moral o incluso político. Ángel, no he podido evitar recordar este rendimiento de la victimización al escuchar a la socialista Enma López Araujo. En el homenaje que se celebró ayer en honor de Pablo Iglesias Posse, el fundador del PSOE, López intentó establecer un símil entre la persecución a los socialistas en la dictadura y la supuesta trama que habrían urdido los perversos jueces y periodistas contra su partido en nuestros días.
Según sus palabras, no hubo balas, ni cárcel, ni exilio capaz de derrotar al progreso social ni a estas ideas de democracia, y que tampoco lo va a haber ahora con fake news o denuncias falsas. Es decir, López establece un paralelismo entre los exiliados socialistas, los represaliados y asesinados de antaño con, por poner un ejemplo, José Luis Ábalos, antiguo secretario de organización y número dos de Sánchez, sobre el que pesan fundadas sospechas de corrupción. Y la verdad es que sorprende, porque el propio PSOE ha intentado construir un cortafuegos en torno a la figura de Ábalos, pero por intentar lo que no quede, las fake news y las denuncias falsas a la altura del exilio, se me ocurren pocas maneras de respetar menos la memoria de los represaliados.
Y mal está intentar heredar el prestigio de quienes tanto sufrieron, pero intentar equiparar aquella injusticia con las andanzas de los Koldos, los Ábalos o los aldamas de turno, requiere infravolar mucho, creo, el intelecto del español medio. Por cierto, en honor a la verdad, sobre la lealtad del PSOE a la república, también podríamos hablar mucho, pero eso lo haremos en otro momento. Por el momento, basta recordar que casi me dan más miedo las víctimas imaginarias que los verdaderos verdugos.