Diego Garrocho: "Siempre me dolerá saber que con mis impuestos se paga, además de colegios, el sueldo a Belén Esteban"

¿En qué debemos gastar los impuestos? Con mucha frecuencia el debate político se ordena en torno a cuántos impuestos deben pagarse. Así solemos considerar que las ideologías de inspiración socialdemócrata propugnan unos impuestos altos, mientras que las ideologías de corte liberal privilegian las bajadas de impuestos. La discusión sobre cuántos impuestos deben pagarse es sin duda relevante, pero creo que muchas veces olvidamos otro debate igualmente importante al que dedicaron no pocas páginas autores como Adam Smith o John Stuart Mill. No hay a cuánto debe recaudarse, sino en qué debe gastarse aquello que se recauda. 

Creo que en un país como España existe un consenso transversal en torno a la importancia de la sanidad y la educación. Me atrevería a decir incluso que la mayoría de los españoles estaría dispuesta a pagar más impuestos si estos se gestionaran con mayor diligencia y si se destinaran a partidas que contaran con ese consenso de la ciudadanía. Si supiéramos que nuestros impuestos se destinan a los hospitales y a las escuelas de forma efectiva y responsable, creo que el esfuerzo fiscal nos costaría mucho menos trabajo. 

En su momento, Carmen Calvo, profesora titular de Derecho Constitucional y jurista de reconocido prestigio, afirmó que el dinero público no es de nadie. Y supongo que a esa doctrina se han acogido los responsables de RTVE, entre los que se cuentan leales servidores del gobierno. Los gestores del ente público han decidido gastar 5,3 millones de euros para emitir los 65 primeros capítulos del nuevo Sálvame. Es decir, los impuestos del carpintero de Asturias, de la arquitecta de Málaga o del abogado de Madrid se emplearán, entre otras cosas, en un programa destinado a embrutecer a la audiencia. Con el dinero de todos. 

No sé ustedes, pero al hacer la declaración de la renta, yo pagaría de verdad con gusto más impuestos si supiera que con mi esfuerzo se pagan los sueldos de los cirujanos o las ayudas para las personas dependientes. Pero siempre me dolerá, por poco que sea, saber que además de sufragar colegios, con mis impuestos le tengo que pagar el sueldo a Belén Esteban.