Contrata a un fontanero para arreglar la caldera de su casa en Valladolid y 7 meses después recibe una sorpresa del banco
María Rosa necesitó los servicios de un profesional cualificado y nunca imaginó lo que iba a pasar

¿Alguna vez te han cobrado mucho dinero por una pequeña avería?
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los termos eléctricos son esos dispositivos que tenemos en casa para calentar y almacenar el agua que consumimos. Uno nuevo puede costar entre 200 y 400 euros, dependiendo de su calidad. Sin embargo, a María Rosa, una vecina de Valladolid de 76 años, le ha salido por la friolera de 80.000 euros. ¿Cómo es posible?
María Rosa ha sido víctima de una estafa. Su termo empezó a dar problemas y decidió llamar a un fontanero que ya conocía. Pero la confianza, en este caso, le ha jugado una muy mala pasada.
La primera vez que el fontanero visitó su casa fue en junio de 2022. En ese momento, solo realizó el cambio de un contador y no recibió dinero, ya que, según le explicó a María Rosa, era un trabajo que cubría Aguas de Valladolid. Sin embargo, el problema no se solucionó y María Rosa volvió a llamarle. Y aquí es cuando Silverio, que es como se llama, empezó a aprovecharse del deterioro cognitivo leve que sufre la mujer.
Empezaron visitas continuas a la casa de María Rosa y, sobre todo, las peticiones de pequeñas cantidades de dinero con la excusa de que tenía que comprar piezas nuevas para la reparación.
Al principio eran pequeñas cantidades de 100 o 150 euros. Pero, poco a poco, fue pidiendo cifras más elevadas. 500, 800, 1.000 euros... y así hasta llegar a un monto total de 79.692 euros. Pagos que María Rosa fue anotando uno a uno de su puño y letra en una libreta.
sILVERIO DEJÓ A MARÍA ROSA CON 108 EUROS EN EL BANCO
María Rosa ha explicado que algunas veces, Silverio acudía a su piso, cogía el dinero y se iba pitando sin hacer nada. Y que otras veces hasta la acompañaba al banco y esperaba en su coche a que ella sacara el dinero para cogerlo directamente.
Todos estos pagos se hicieron entre junio de 2022 y enero de 2023, es decir, en un total de siete meses. Cuando María Rosa echó cuentas, ya fue tarde, porque en el banco solo le quedaban 108 euros. Ella vive sola y tiene una pensión de 736 euros. Hasta que no vio lo poco que le quedaba en el banco, no fue consciente de que estaba siendo estafada. Fue entonces cuando llamó a su sobrina y juntas fueron a poner la pertinente denuncia ante la Policía.
El caso, lógicamente, ha terminado en los tribunales y tras la apelación por parte del acusado, ha acabado en el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, que ha ratificado la sentencia anterior.
Un delito continuado de estafa
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha confirmado la condena que en su día impuso la Audiencia de Valladolid de cinco años y medio de cárcel, al quedar acreditado que Silverio es autor de un delito continuado de estafa. Un delito que viene agravado por tres factores. El primero, por la cuantía defraudada, superior a 50.000 euros. El segundo, por la situación económica en la que ha dejado a la víctima, con a penas 100 euros en el banco, hasta el punto de que María Rosa no ha podido pagarse un abogado para representarla en la causa como acusación particular. Y, el tercero, por valerse de la vulnerabilidad de la víctima al padecer un deterioro cognitivo.
La condena incluye también la obligación de devolver a la víctima la totalidad de la cantidad estafada. Este fontanero tenía en su haber ya una sentencia condenatoria anterior de seis meses de prisión por otro delito de estafa.
Durante el juicio, el acusado basaba su inocencia en que no había testigos que pudieran demostrar que él le había pedido esas cantidades y argumentaba que esas extracciones de dinero las podría haber hecho su sobrina, que era la única persona autorizada en la cuenta. Sin embargo, las pruebas que han servido para demostrar la estafa han sido dos. Las anotaciones manuscritas que realizaba la propia María Rosa y la coincidencia temporal entre las extracciones bancarias realizadas por ella y las llamadas telefónicas previas efectuadas por el fontanero.
Lo que más lamentaba María Rosa en su día es que se había quedado sin dinero para viajar, que era lo que más le gustaba en la vida. Desgraciadamente, casos como el suyo son cada vez más frecuentes.
Los mayores, las víctimas por excelencia
Las personas mayores son, desgraciadamente, el colectivo en el que más ponen sus ojos los estafadores sobre todo, a través de la red por su vulnerabilidad tecnológica. Sin embargo, como hemos visto, los peligros no llegan solo a través del móvil o del ordenador.
Itziar Fernández, portavoz de la OCU, explica a COPE que la estafa que ha sufrido María Rosa es "la más típica, junto con los fraudes del falso revisor del gas o de la luz que acude al domicilio de una persona mayor y le desvalija la casa". Por eso, Itziar nos recomienda "tirar siempre de profesionales de confianza, que tengan referencias y un sitio físico a donde poder dirigirnos en caso de que haya algún problema". Lo mejor es que trabajen por la zona donde nosotros vivimos. Y también es muy importante, solicitar un presupuesto previo.
Y si ese presupuesto no nos convence, lo más adecuado es buscar otros profesionales para comparar y comprobar así, si nos piden el mismo dinero por esa avería o no. Además, nunca pueden cobrarnos hacernos ese presupuesto. Y, si después de realizar la obra, nos piden más dinero del presupuestado, negarnos y emprender las acciones oportunas.