Doctor Morán Bayón: "El 30% de los pacientes puede desarrollar una dolencia crónica tras el herpes zóster"

Según los últimos estudios, una de cada tres personas entre 50 y 90 años sufrirás herpes zóster en algún momento de la vida. Se trata de una enfermedad de la piel causada por la reactivación del virus de la varicela. Álvaro Morán Bayón, médico de familia y profesor asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca, explica en La Linterna qué es esta enfermedad.

“No deja de ser una reactivación del virus varicela zóster, que es la que provoca la varicela infantil y que la mayoría conoce. Tras pasar el cuadro de varicela se queda silenciado en los ganglios nerviosos sensoriales de la médula y en ciertas circunstancias se reactiva y da un nuevo cuadro clínico”, aclara el doctor con Ángel Expósito.

Cómo es el dolor en los pacientes

El también coordinador del grupo de trabajo de Enfermedades Infecciosas, Medicina Tropical y del Viajero de SEMERGEN explica en COPE que “la mayoría de pacientes empiezan a contar una especie de dolor, quemazón en una parte del cuerpo que, si es incipiente, no se nota nada en la exploración”. Eso sí, aclara el doctor que a las 24 o 48 horas en esa zona aparece de repente unas vesículas con la piel enrojecida y que se distribuye de forma lineal. “Duran 3 o 4 días en los que pasan a ser pústulas y, finalmente, se forma una costra a la semana. Esa costra desaparece y en la mayoría de pacientes no queda lesión”, añade.

Pero, ¿cómo es concretamente la sensación de tener la enfermedad del herpes zóster en el cuerpo? “Cuando una persona nota una molesta muy específica en el cuerpo, como un escocor, como un perro mordiendo, nos orienta a la aparición del herpes. Muchos pacientes nos consultan pronto porque saben que no es normal, y es importante que lo hagan, porque cuanto antes lo detectemos antes empezamos con el tratamiento, apunta”.

La importancia del tratamiento

El tratamiento, subraya el doctor Morán Bayó, consiste en que pase el cuadro, evitar que se infecten y tratar el dolor para que la persona esté lo más cómoda posible. “El problema es que puede desarrollar a largo plazo una neuralgia posherpética”, advierte. “Puede llegar hasta el 30% que desarrollan esta neuralgia posherpética, un dolor que queda de forma crónica en esa parte y es muy difícil de tratar, de intensidad moderada o incluso grave”. Y es que, reconoce, muchas veces no encuentran el analgésico para que se desaparezca.

Eso sí, una buena noticia: “Es difícil contagiarlo porque tiene que estar en primera fase y a personas que nunca hayan estado en contacto con el virus de la varicela”, concluye.