CONOCIMIENTO DEL MEDIO EN 'LA LINTERNA'

Hay más de 45 especies de tiburones en el Mediterráneo

Clases de Conocimiento del Medio con Jorge Alcalde, director de la revista QUO, y Jorge Olcina, catedrático de geografía de la Universidad de Alicante

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Conocimiento del Medio en 'La Linterna', lunes 14 de mayo de 2018

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Este domingo más de un bañista que disfrutaba del mar y del buen tiempo en la playa de Fuengirola, en Málaga, se llevó un buen susto: un tiburón azul, más conocido como tintorera, de 3 metros de longitud había sido avistado muy cerca de la costa y en consecuencia, las playas de la zona permanecieron cerradas al público durante varias horas.

Aunque alguno se lo pensó dos veces antes de volver a meter un pie en al agua, la realidad es que estos animales atacan a los bañistas en pocas ocasiones: “desde hace 400 años sólo hay registrados dos ataques reales de tiburones a seres humanos en las costas españolas y ninguno con resultado de muerte”, ha explicado el director de la revista QUO Jorge Alcalde.

En el mar Mediterráneo hay registradas actualmente 45 especies de tiburones, 80 si se añade el Cantábrico y el Atlántico. Aunque por lo general son animales de agua fría, los avistamientos cerca de las playas son frecuentes. Pese a que estos animales no son tan peligrosos como algunas películas han sugerido, ante todo, señala el colaborador de ‘La Linterna’ hay que tener sentido común: “son animales que tienen colmillos y una mandíbula poderosa. No son para jugar con ellos, ni para acercarse ni para acariciarlos”. Aunque suelen tener miedo al hombre, “ningún animal está exento de producir un ataque fortuito a un ser humano”.

Alcalde ha recordado que España es el país de Europa que más tiburones captura, entre otras cosas porque “suministramos de aleta de tiburón al mercado asiático, donde es muy preciada”. Una actividad que arrastra aspectos negativos ya que muchas de las especies que se pescan están en peligro de extinción. Además, la práctica  empleada para cortar la aleta al tiburón y comercializarla “esquilma la población con muy poco beneficio económico” ha concluido.