La nueva pastilla que promete reducir la mortalidad de los infartos: una revolución española
Para hacer este medicamento han tenido que tener en cuenta las interacciones de los medicamentos al juntarse y la dosificación exacta de cada uno
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
La polipíldora. Es un fármaco español con el que se reduce el riesgo de sufrir un segundo infarto. Una pastilla que reúne los tres medicamentos que tienen que tomar las personas que han sufrido un infarto de miocardio.
El divulgador científico de COPE, Jorge Alcalde, ha explicado que es "una pastilla que son muchas a la vez y que permite que, con una sola toma, se cumplan las funciones que, hasta ahora, los pacientes que han padecido un infarto o que tienen riesgo cardiovascular, tienen que tomar con tres pastillas diferentes". Una persona que ha tenido un infarto tiene un mayor riesgo de que sufrir otros problemas como un trombo, o un segundo infarto y, normalmente, estas personas tienen que tomar estatina para evitar la formación de placas de colesterol y la coagulación de la sangre, al igual que la aspirina y un antihipertensivo. Por lo que se toman estas tres pastillas todos los días. De hecho, "hasta el 51 por ciento de los pacientes terminan por no tomar bien toda la medicación", ha explicado, dado que seguir con este tratamiento a lo largo del tiempo es complicado.
Y para evitar esto, el equipo del Centro Nacional de Investigaciones Cardiológicas, dirigido por Valentín Fuster, ha trabajado por muchos años en encontrar la forma de meter estas tres pastillas en una sola, "para hacer una polipíldora que permita con una sola toma conseguir los efectos de estas tres pastillas", ha comentado. Estos efectos son: anticoagulante, antiplaquetario y mantener tensión arterial en su justa medida.
Para hacer este medicamento han tenido que tener en cuenta las interacciones de los medicamentos al juntarse, la dosificación exacta de cada uno, etc. Han sido muchos años de trabajo, pero ha sido gracias a un estudio clínico, con muchos pacientes, que ha sido posible demostrar que esta píldora es eficaz. Que reduce en un 33 por ciento el riesgo de mortalidad en una persona que ha padecido un infarto y, en un 24 por ciento, el riesgo de que aparezcan enfermedades subsidiarias.