Lo que ha llevado a Aaron a cruzar la zona de exclusión por el volcán de La Palma: "No vuelvo atrás"

La Linterna analiza la situación de La Palma, dos años después de la erupción del volcán que dejó siete mil afectados y centenares de vecinos sin recibir todavía ayudas

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Lo que ha llevado a Aaron a cruzar la zona de exclusión por el volcán de La Palma: "No vuelvo atrás"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El polígono número 1 dentro de la parcela 9004 del término municipal de Tazacorte, en la isla de La Palma, es la localización del delta volcánico formado por el volcán que entró en erupción en la zona de Cumbre Vieja de la isla justo hace dos años.

Es imposible no recordar esas imágenes cuando la lava que expulsaba el volcán iba arrasando todo lo que se encontraba a su paso. Ahora ese terreno, ese delta volcánico, no podía quedar en el limbo y ya se encuentra etiquetado en el catastro. Una catalogación que es la misma que la del segundo delta, más pequeño y ubicado más al norte que el primero.

Fue el 29 de septiembre, diez días después de que comenzara la erupción, cuando finalmente la lava llegaba al mar. Fue al lado de la playa del Perdido, cuando se inició la creación de un nuevo espacio considerado como el terreno más joven de la Unión Europea.

Los estudios realizados por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria han contabilizado que en ese delta se han formado 34 nuevas playas de entre 30 y 220 metros de longitud. Esta nueva parcela pertenece al término municipal de Tazacorte, se considera de clase rústica y su uso es agrario.

Este terreno ganado al mar, conocido como fajana o isla baja, está incluido actualmente en la zona de exclusión de la emergencia volcánica y no se permite su acceso ni por tierra ni por mar. Mientras se trabaja en el futuro, hoy se ha inaugurado una nueva carretera que conecta La Laguna con Las Norias y que está construida sobre las coladas.

ESPAÑA ERUPCIÓN LA PALMA

EFE/ Miguel Calero

Durante esos 85 días de erupción, la lava arrasó 2600 edificaciones y, a día de hoy, las ayudas siguen sin llegar a muchos afectados que todavía permanecen alojados en hoteles.

Vivir en una 'zona de exclusión' afectada por el volcán

Todavía cerca de mil vecinos de Puerto Naos y La Bombilla viven llenos de incertidumbre. Sus casas no las sepultó la lava, pero la zona continua afectada por las nubes de gases que emite el volcán. Aun así muchos afectados han decidido regresar a sus hogares.

Aaron Barrell es uno de los vecinos que, cansado de no poder volver a su casa, ha decidido regresar a su hogar en el barrio de La Bombilla, que aún se mantiene como zona de exclusión.

Aaron explicaba en La Linterna por qué ha tomado la decisión de volver a tu casa: “Lo he hecho por necesidad. Después de dos años en los que me sacan a la fuerza de mi casa y no me dan ayuda, viendo mi situación precaria... ¿Dónde prefieres dormir, en la calle o en el confort de tu cama?”.

Hasta este momento, las condiciones en las que vivía Aaron no han sido fáciles y, tras la erupción del volcán, lo perdió todo: “Tenía una escuela de surf, pero la fajana arrasó la playa donde trabajaba y donde entrenaba. Perdí el trabajo, la vida cambio y de ahí que volviera a mi casa”.

Pero regresar no era fácil. Su vivienda se encuentra en una zona declarada como zona de exclusión y al cruzarla se expone a una multas que podrían ascender a unos tres mil euros: “No entré por las bravas. Ya sabía que mi casa estaba bien porque la había medido y antes de entrar esperé a que se hiciera un informe científico. Ayude a hacer el informe, pedí las llaves de las viviendas para entrar a las casas y medir la calidad del aire. El informe de 60 páginas avala que podemos estar aquí. Con este informe y con la ayuda de mi abogado, volví. ¿Cómo me van a multar por volver a mi casa?”.

Tras él, han sido muchos los que han seguido sus pasos: “Los vecinos sacaron el coraje, decidieron volver. Una vez limpian la casa y ves el confort de tu casa, no quieres volver atrás”, defiende.

Dos años después de la erupción de La Palma, la situación sigue muy complicada allí. Más de dos mil edificios destruidos, siete mil afectados por el volcán y centenares de vecinos que aún siguen sin recibir ayudas por parte de las administraciones. No queremos olvidarnos de ellos y La Linterna seguirá poniendo el foco en todo lo que está pasando en la isla tras el cruel paso de la lava del volcán de Cumbre Vieja.

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