Sonia, profesora de Primaria: "El problema de las pantallas en las aulas no se soluciona prohibiendo"

El Gobierno prepara una normativa que limitará el uso de dispositivos electrónicos en los centros educativos, y al menos siete comunidades autónomas ya trabajan en regulaciones para restringir su presencia en las aulas. La medida busca reducir la exposición de los alumnos a las pantallas y fomentar el regreso al aprendizaje basado en libros y escritura a mano.

Sin embargo, la noticia ha sorprendido al profesorado, que no ha sido informado previamente de estos cambios. "Nos hemos enterado por la prensa, como en muchas otras ocasiones", lamenta Sonia García Gómez, vicepresidenta nacional de ANPE y maestra de infantil y primaria, en una entrevista en La Linterna con Ángel Expósito.

¿eS LA PROHIBICIÓN LA SOLUCIÓN?

En los últimos años, la digitalización ha sido una prioridad en los colegios. "Nos hemos formado en competencia digital, gamificación y proyectos tecnológicos", explica García Gómez. Ahora, la marcha atrás genera confusión en el sector. "Vivimos en la era digital y los centros educativos no pueden dar la espalda a la tecnología", argumenta.

Aunque reconoce los riesgos del abuso de pantallas, advierte que "no se soluciona prohibiendo, sino regulando y enseñando un uso responsable". La clave, según la docente, está en la educación tanto en las aulas como en casa: "Si prohibimos el móvil en clase pero los niños pasan la tarde con él en la mano, algo estamos haciendo mal".

abuso de la tecnología en clase

García Gómez cree que la alarma social es mayor que la realidad en las aulas. "El problema es más grave fuera que dentro de los colegios", sostiene. En los centros, los dispositivos se utilizan de forma guiada y con objetivos pedagógicos claros. Además, subraya su papel en la inclusión: "La tecnología facilita el aprendizaje de alumnos con discapacidad visual o auditiva". 

La vuelta al papel no supone un cambio drástico, según la docente, porque "siempre ha estado presente en infantil y primaria". Cree que la tecnología no ha sustituido la lectura y la escritura, sino que "ha venido a mejorar ciertos aspectos de la capacidad cognitiva".

Un pacto educativo, la clave del éxito

Para García Gómez, el problema de fondo es la falta de consenso. "No puede ser que cada comunidad haga la guerra por su cuenta. La educación debe ser una cuestión de Estado, fuera de la política", reclama. Y concluye con un mensaje claro: "Necesitamos un pacto de todos para hacer las cosas bien".

Así, el debate sigue abierto: ¿prohibir o educar en el uso responsable de la tecnología?