Viriato, el pastor que puso en jaque a Roma
Se convirtió en el líder de los lusitanos y capitaneó la defensa de la Península de la ocupación romana
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Más de veinte mil luistanos marchaban hacía el punto elegido por el pretor romano Servio Galba. En teoría habían llegado a un acuerdo por el cual Roma iba a entregar terrenos al pueblo lusitano, que durante siglos había vivido en la tierra entre el río Duero y el Guadiana. La llegada de los romanos les fue arrinconando poco a poco, con lo que muchos debían agradecer ese tratado por el que iban a poder vivir en paz en unas tierras aptas para cultivar.
Algunos sospecharon cuando recibieron órdenes del pretor de dividirse en tres grupos más pequeños. Más manejables. Otros aún seguían confiando en los romanos cuando estos les obligaron a entregar las armas. A fin de cuentas, era un tratado de paz, así que no era tan raro que pidiesen a los lusitanos que entregaran todas las espadas, lanzas, arcos y hondas. Lo que ya no era normal fue el siguiente paso de los romanos. En cuanto los lusitanos estuvieron desarmados, las legiones rodearon a los grupos, de cerca de siete mil almas cada uno, y cargaron contra ellos. Se produjo entonces una matanza de hombres, mujeres, niños y ancianos de la que muy pocos lograrían escapar.
El episodio avergonzó enormemente al Senado romano, que despreciaba conseguir victorias y territorios utilizando tácticas como la urdida por Servio Galba. De hecho, juzgaron al pretor de Hispania, pero salió absuelto. El Senado despreciaba tanto la deshonra, como apreciaba el dinero y los sobornos. Temían, no solo una mancha en el nombre de Roma, si no que los lusitanos buscasen venganza y fueran una piedra en el zapato de la República durante años. Y lo fueron. Las legiones de asesinos de Servio Galba no fueron capaces de cumplir su cometido. De entre los veinte mil lusitanos que reunieron para ejecutar, solo consiguieron acabar con diecinueve mil. Un millar escapó. Y entre ellos había un hombre, un pastor, un ganadero. Viriato. Un error que Roma pagaría muy caro durante la próxima década, en la que este hombre se convirtió en el líder de los lusitanos y capitaneó la defensa de la Península de la ocupación romana.
Descubre con Ángel Correas y Álvaro Echeverría la historia de Viriato, el héroe hispano que mantuvo a Roma en jaque durante años.