Ángel Correas: "El Gobierno quiere que suene el portazo a la negociación, pero sin echar la llave al mar"
El monólogo de Ángel Correas en 'La Mañana Fin de Semana'
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Según la Real Academia de la Lengua, la RAE, “caerse del nido” es enterarse de algo obvio. Ayer el Gobierno de Pedro Sánchez se cayó del nido. La vicepresidenta Carmen Calvo anunciaba el fin, por ahora, de la negociación con la Generalitat porque los independentistas catalanes no renuncian a un referendum de autodeterminación.
Menudo descubrimiento el del Gobierno, que los secesionistas no aceptan el marco constitucional. Después de meses dialogando con el independentismo ahora llegamos a estas conclusiones. Más que caerse del nido, se han tirado por lo que se les puede venir encima.
Sinceramente, sorpresas no hay ninguna en las reivindicaciones de los independentistas, nunca las han ocultado. La sorpresa ha sido más bien que el Gobierno haya aguantado tanto y llegado al extremo de ceder en una mesa de partidos nacional con un relator para intentar lograr el apoyo a los presupuestos. Eso sí que ha sido una sorpresa, para propios y extraños, que ha desembocado en una rebelión interna en el PSOE de los barones y con la oposición convocando a una concentración de mañana domingo para convocar elecciones.
Y estos sí son motivos como para caerse del nido y con prisas. Y además vía WhatsApp, que no deja de tener miga que gran parte de esta negociación de Carmen Calvo con la Generalitat se ha hecho a través de un grupo de whassap con el nombre Coordinación BNA Madrid. Ayer, entre las una y las dos de la tarde, Calvo pedía que el PdCAT retirara la enmienda a los presupuestos de Sánchez. Como la respuesta no fue la que esperaban en Moncloa, el último mensaje de Calvo en ese grupo fue “Entiendo que es un no. Suerte”
Así que, la reacción del Gobierno de Sánchez se interpreta hoy de 4 formas diferentes;
A: es un ultimátum. O los independentistas apoyan los presupuestos o vamos a elecciones que pueden abrir las puertas a la derecha
B: Sánchez intenta aplacar el disgusto de sus barones socialistas que ven seriamente amenazados sus gobiernos por las cesiones ante el independentismo
C: Sánchez intenta desactivar la concentración que tendrá lugar mañana en Madrid
D: las 3 anteriores juntas.
Por cierto, sobre la concentración en la Plaza de Colón de Madrid. Los partidos que la secundan, PP, Ciudadanos y Vox, se mantienen en un delicado equilibrio para que todos salgan en la foto y a la vez que ninguno salga demasiado. Hay un esfuerzo de contención, que ha incluido una negociación para lograr difuminar las siglas de unos y otros en busca de unidad. De hecho se dará un manifiesto y no habrá discursos de unos u otros. Delicado equilibrio de protagonismos.
Sea como sea, el Gobierno de Sánchez ha reculado empujado por las circunstancias pero no cierra la puerta a la negociación. Tiene más de táctica política que de una decisión firme de un gobierno fuerte.
Y todo llega en la antesala de una fecha marcada en rojo, el martes 12 de febrero. Un día que tiene los dos ingredientes clave de esta negociación encallada: el martes se debaten los presupuestos en el Congreso y en el Supremo se inicia el Juicio contra la cúpula de la Generalitat acusada de rebelión y malversación por el referendum ilegal del 1 de octubre. El Gobierno cierra la puerta a la negociación. Quiere que suene el portazo, que lo escuchen los barones socialistas, pero sin echar la llave al mar no sea que luego haya que tirarse.