Antonio Herraiz: "Muy pocos quieren mezclar vacunas, prueba de la nefasta gestión de Sanidad"
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La economía española comienza a despertar tras un duro letargo provocado por la pandemia. Lo confirman los datos del paro del mes de mayo que hemos conocido esta mañana. Tradicionalmente es siempre un buen mes para el empleo y este año ha sido incluso mejor teniendo en cuenta de dónde veníamos. No sólo por eso. También porque el 9 de mayo se levantó el estado de alarma, con él desapareció también el toque de queda en la mayoría de comunidades y se recuperó la movilidad entre regiones. Eso ha provocado un aumento de la actividad en sectores como la hostelería, el ocio y el turismo.
Los datos, ya digo, son buenos, muy buenos. En mayo, el número de parados descendió en 129.378 personas respecto al mes anterior. Estamos ante una bajada récord en la serie histórica que se inició en 1996. Además, se crearon 211.923 nuevos empleos en el país y 95.439 personas salieron del ERTE.
Estos datos son incontestables, pero, como siempre, hay una parte para explicar y que refleja el crudo momento que todavía atraviesa el mercado laboral. En España, 542.000 trabajadores siguen en ERTE. La mayoría no van a trabajar desde hace 15 meses, pero oficialmente no cuentan en las listas de parados. Ya sabes que los ERTE se han prorrogado hasta el 30 de septiembre. Además, es importante echar la vista atrás. Hay medio millón de desempleados más que los que teníamos en febrero de 2020, antes de que estallara la pandemia y 400.000 autónomos siguen en situación de cese de actividad.
Conclusión. Mayo fue un buen mes para el empleo aunque es necesario no perder la perspectiva y no hay que olvidar a esas 900.000 empleados que siguen en una especie de limbo laboral.
Es noticia también el plan de vacunación. Con datos positivos. Ya te hemos contado que la vacuna de Jansen, la de una sola dosis, la van a poder recibir los jóvenes de 40 a 49 años. El problema sigue surgiendo en los que se pusieron la primera dosis de AstraZeneca. Hemos visto cómo en Madrid o en Andalucía más del 90% se decanta por repetir. Hoy nos hemos detenido en Extremadura. En esta comunidad siguen el patrón marcado por Sanidad. La recomendación es que mezclen con Pfizer porque es el laboratorio que más vacunas está enviando. Sin embargo, dejan la opción de elegir y de repetir con AstraZeneca. Esto en teoría, porque el servicio extremeño de salud, de momento, está haciendo convocatorias masivas para los que quieren completar con Pfizer y no ponerse la misma que la primera. ¿Resultado de esta operación? Que los extremeños que están en esta situación no están yendo a ponerse la segunda dosis. El lunes en Coria, casi el 84% lo rechazó. En el área de Navalmoral no acudió el 81% y un 77% en Mérida. Jesús es policía local de Mérida. Es de los pocos que se ha puesto hoy la segunda mezclando con Pfizer. Lo ha hecho con muchas dudas: “Un poco con la incertidumbre también de la segunda dosis de AstraZeneca cuándo vendría, que no nos lo han asegurado y creo cuanto antes estemos vacunados mejor para todos. He dudado mucho, he pensado qué hacer. Y al final me he decantado por esta porque era ya”.
Esto es una prueba más de una gestión muy deficiente por no asumir una responsabilidad que debió de recaer en el Ministerio de Sanidad, pero que la ha derivado a los ciudadanos que no tienen ningún conocimiento médico.