Antonio Herraiz: "Sánchez habla de conciencia pero no va a hacer ni caso al Supremo"
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Lo primero es la respuesta del Supremo al expediente de indulto para los condenados por el intento de golpe separatista de Cataluña. En plena ofensiva del presidente Sánchez, planteando un debate que equipara la venganza con el cumplimiento de la ley, el Alto Tribunal le responde que no avala esa medida de gracia para Junqueras, Romeva, los Jordis y compañía. La oposición del Supremo a los indultos se une al de la Fiscalía y ha llegado apenas un par de horas después de que el presidente, en el Congreso, volviera a presionar a los jueces con el mismo discurso que inauguró ayer en Bruselas: ”La Constitución Española recoge en su espíritu tanto el castigo como la concordia. El Gobierno tomará su decisión en conciencia”.
Y en conciencia Sánchez pasa por desoír el informe que le ha remitido el Supremo oponiéndose a los indultos. Hay que aclarar que la decisión de la Sala de lo penal es preceptiva pero no vinculante. La última palabra la tiene el Gobierno con una medida que tendrá que ser refrendada después con la firma del rey. Lo ha aclarado en Herrera en COPE, Daniel Berzosa, profesor de Derecho Constitucional: “De acuerdo con lo que dice la Constitución, la prerrogativa le corresponde al Rey, si bien es cierto que estamos en un acto donde la firma del Rey es un acto formal. El que toma la decisión es el Consejo de Ministros”.
Enseguida ampliamos los motivos del Supremo para oponerse a los indultos, pero el informe es rotundo. No aprecia razones de justicia, equidad ni tampoco de utilidad pública que justifiquen los 12 indultos. Frente a los retorcidos argumentos del presidente del Gobierno, la ley.
Y en medio del ruido político judicial en torno a los indultos, nos hemos encontrado con una historia que te hace reconciliarte con el ser humano, si alguna vez la has perdido la confianza. El protagonista se llama Jimmy. Es un senegalés que lleva más de 30 años en España. Vive en Sevilla y de forma legal, en un puesto con licencia municipal vende productos de piel como bolsos y carteras. Lo tiene en el barrio de Los Remedios. Hace unos días unos vándalos le quemaron el puesto. A partir de ahí, ha recibido la solidaridad de sus vecinos. Entre los que le han ayudado económicamente están los policías de la Jefatura Superior que está justo enfrente de su puesto. En Mediodía COPE, Jimy ha hablado con Antonio del Can, uno de esos agentes: "No tengo palabras para darle a la Policía Nacional. Es que cuando me ha pasado esto algunos Policías Nacionales que son amigos míos, hasta he llorado. Siempre al pie del cañón. Siempre con una sonrisa. Siempre atendiendo a todas las personas con un saludo, haga frío o haga calor. En verano o en invierno. Siempre al pie del cañón. Y durante años y años".
Jimy tiene seis hijos. Y, lo importante, este senegalés con acento sevillano va a poder abrir de nuevo su puesto gracias a la ayuda de decenas de sevillanos del barrio de los Remedios.