“Para llegar a la meta de vacunar al 70% de la población al final del verano, necesitamos 4 veces más dosis"

El epidemiólogo Daniel López Acuña, también ex director de acción sanitaria en situaciones de crisis de la OMS y profesor asociado de la escuela andaluza de salud pública, ha estado esta mañana en “La Mañana de Fin de Semana”, para hablar sobre la particularidad de las elecciones catalanas con la tercera ola del coronavirus en un punto muy alto.

López Acuña no duda de que las elecciones suponen un riesgo en materia de transmisión comunitaria, porque como bien explica, “con la incidencia elevada cualquier actividad que entrañe interacciones gregarias de una manera o de otras, aun con protección supone un riesgo y un incremento del riesgo de contagio.”

Y es que la actividad en una jornada electoral conlleva realizar acciones que no son recomendables con la incidencia a niveles tan altos. “No es unicamente el momento de la mesa electoral y el deposito del voto, sino es todo el traslado del domicilio al sitio de votación.”

También ha hablado sobre la campaña de vacunación, que no sólo en España, sino también en muchos países de Europa, está siendo más lenta de lo esperado y prometido. Para el profesor López Acuña, hay dos elementos claves en una campaña de vacunación, una es la disponibilidad de dosis, y otra el ritmo y esquema organizativo. Amabas no están siendo las adecuadas para cumplir con los pronósticos.

“Para llegar a la meta de vacunar al 70% de la población al final del verano, necesitamos 4 veces más dosis que las que estamos recibiendo semanalmente en estos momentos en España.”

El profesor calcula que son necesarias unas 2 millones de dosis semanales para poder aplicarlas todas las semanas desde aquí hasta final de verano, y así llegar a la meta de vacunar a 35 millones de personas para esa fecha.

“Hasta el momento se han aplicado alrededor de 2,2 millones de dosis. Si hubiésemos seguido el ritmo adecuado, tendríamos que haber vacunado ya a 12 millones de personas” y esto, según el profesor, da una idea de la lentitud del ritmo de vacunación de las metas que se han establecido.