Así se activa el maletín nuclear del Presidente de los Estados Unidos

Un miembro del Ejército Americano está siempre a menos de 3 metros del Presidente. En caso de ataque nuclear en suelo estadounidense, se activa un complejo y precisísimo protocolo

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Así es el maletín nuclear del Presidente de los Estados Unidos

Ángel CorreasSamuel del Río

Publicado el - Actualizado

7 min lectura

El pasado 20 de enero, Joe Biden tomó posesión como Presidente de los Estados Unidos. Desde el primer minuto, con las llaves de la Casa Blanca, a Biden le entregaron además los códigos de los misiles nucleares de los Estados Unidos. Ese es quizás el mayor poder que tiene Joe Biden a día de hoy. Esto nos ha hecho preguntarnos cómo funciona ese sistema, si realmente existe un maletín nuclear, si hay un botón rojo que pulsar o si, como pasa en alguna película, hay que girar dos llaves a la vez.

La primera pregunta, ¿existe realmente el maletín nuclear?

Sí, existe. Y su origen está en 1962 en plena Guerra Fría y en concreto en la crisis de los misiles cubanos:

Según informes desclasificados por el Pentágono, es Kennedy quien hace la gran pregunta: “Si tengo que lanzar los misiles, la persona que reciba la orden… ¿cómo puede verificar que soy yo quien la da?” La respuesta fue crear un sistema de verificación seguro a través de códigos. Recibió el nombre de Operación Drop Kick (operación a Bote Pronto, es una jugada del fútbol americano) Precisamente el maletín que activa la respuesta nuclear recibió el nombre en clave de Football (el balón) y así se le sigue conociendo. Hemos visto al maletín representado de muchas formas en el cine o las series de televisión. Un gran botón rojo, dos llaves que hay girar a la vez, una cuenta atrás...

¿Cómo es físicamente este dispositivo, en la vida real?

Ha ido cambiando desde los años 60. En general, podemos decir que es un maletín negro, sencillo que siempre ha sido fabricado por la misma empresa. Tiene un tamaño como el de un bolso de mano, tiene tres cierres y pesa unos 20 kilos ya que esta forrado por dentro por un pesado material ultra resistente. Hay que decir que no hay uno, sino 2 maletines. El segundo es para el Vicepresidente: desde el 20 de enero, Kamala Harris.

¿Quién lleva ese maletín y qué contiene?

El contenido interno es alto secreto por motivos obvios. Ese maletín lo transporta un miembro de las Fuerzas Armadas que acompaña siempre al Presidente y está en un radio de menos de tres metros. Esté donde esté. Es decir, si un día, Biden viene a España, vendrá también ese maletín nuclear y la persona que lo transporta. En el caso de una ataque inminente, este oficial aparta al Presidente, abre el maletín y le identifica. Se sabe poco del contenido. Eso sí, no tiene ningún botón rojo. Eso es cosa de las películas. Sí que hay una libreta negra que contiene un listado de objetivos estratégicos, una especie de manual con instrucciones y las alternativas de respuesta nuclear según la intensidad del ataque.

El control de las armas nucleares está recogido en la Constitución de los Estados Unidos como una atribución exclusiva del Presidente, como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. Hay un protocolo con una doble función: la identificación real del presidente y que pueda mantenerse en contacto seguro con el estado mayor esté donde esté. Tanto dentro del avión presidencial Air Force One como en la otra punta del mundo: en las antípodas de Washington. Ese protocolo se pondría en marcha si se detectase algún ataque o suceso anómalo relacionado con armamento nuclear. La comunicación segura es fundamental porque antes de lanzar los misiles tiene que producirse una reunión al más alto nivel donde se comparte la información y se dan las opciones, riesgos y consecuencias. Este comité es el que también debe de evitar que se tome una mala decisión o se cometan errores. La última palabra la tendría siempre el Presidente.

El maletín juega un papel fundamental porque es el instrumento que se usa si el Presidente no está en un centro de control como puede ser la Casa Blanca. Los analistas estiman que toda esta información y las opciones se tendrían que procesar en apenas 10 minutos. Ese es el tiempo estimado para decidir si se empieza una guerra nuclear. Hay una frase de un director de la CIA que lo deja muy claro: “El protocolo está pensado para la velocidad y la decisión. No para debatir”.

Y vamos al peor de los casos: que el Presidente de Estados Unidos decidiera activar los misiles ¿Qué pasaría?

El Secretario de Estado verifica la orden pero no la puede anular. Aquí es cuando se activarían los códigos, a través del maletín. Esos códigos están guardados en una tarjeta a la que llaman “Biscuit” (La Galleta) y que el Presidente lleva siempre encima vaya donde vaya. Tiene el tamaño de una tarjeta de crédito normal y es opaca. Si hay una orden de lanzamiento de misiles, esta tarjeta se rompe y dentro están los “códigos dorados”, así se les llama. Pero, ojo, estos códigos no están completos. Son varias secuencias y solo el Presidente sabe cuáles son las auténticas. Decimos que los códigos no están completos, por seguridad. Una parte están en la tarjeta, en la galleta, y la otra cambia constantemente, a diario. Se necesitan ambas partes para activar los misiles. Sobre esta tarjeta hay todo tipo de historias. La tradición popular entre funcionarios de la Casa Blanca ha mitificado el momento en el que Carter la perdió cuando envió su traje a la tintorería. Lo que sí es verdad es lo que ocurrió durante el atentado contra Reagan en 1981. Un hombre le disparó en plena calle, y lo vieron millones de personas de todo el mundo por televisión.

En este momento, el militar que llevaba el maletín fue separado del Presidente. Durante la operación en el hospital, la tarjeta fue apartada con los objetos personales de Reagan. Imagina el momento, cuando se pusieron a buscarla y no aparecía. La encontraron en una bolsa de plástico con sus cosas personales. Ahora bien, Bill Clinton se lleva la palma. Perdió al tarjeta durante varios meses y a pesar de que decenas de funcionarios la buscaron por toda la Casa Blanca… nunca fue localizada.

Otros países con capacidad nuclear tienen protocolos parecido:

Rusia, por ejemplo, cuenta con otro maletín al que llaman Cheget y también hay un equipo que acompaña constantemente al Presidente ruso. El objetivo es el mismo que el americano: identificar y asegurar comunicaciones rápidas. Este maletín se llegó a activar en 1995 con Yeltsin de Presidente porque confundieron el lanzamiento de un cohete civil con un ataque nuclear. En Francia, es un número PIN que un Presidente de la República transmite a otro de forma directa. Y lo pueden cambiar. En el Reino Unido, es el Primer Ministro quien puede dar la orden pero aquí puede ser anulada por el estado mayor o por la Reina. El Reino Unido cuenta con 4 submarinos con capacidad nuclear permanentemente navegando y estos recibirían las ordenes de disparo. Lo curiosos es lo que llaman la “Carta del Último Recurso”. Sería una carta personal que cada Primer Ministro escribe a los capitanes de los 4 submarinos. En ella establece qué hacer y a quién atacar en el caso de que el Reino Unido se haya quedado sin Gobierno. Esa carta debe destruirse cuando termina cada mandato.

Todo esto genera varias dudas éticas porque el hecho de que una persona tenga que decidir el futuro de la humanidad en 10 minutos… asusta. Sí. Y no solo en Estados Unidos y otros lugares donde tienen armas nucleares como China, Rusia, Israel, Francia o el Reino Unido. También hablamos de la dictadura de Korea del Norte o el régimen iraní. Actualmente, a nivel internacional existe la doctrina de No first use of nuclear weapons (No al uso a la primera de armas nucleares) Sin embargo, no ha sido admitida por la mayoría de las naciones poseedores de estas armas ya que no quieren perder la posibilidad de responder de forma inmediata si son atacados. En Estados Unidos sí que hay una iniciativa legal para que el Presidente tenga que pedir autorización al Congreso antes de iniciar un ataque nuclear pero, por ahora, no se ha desarrollado. Se perdería capacidad de reacción y, sobre todo, el secretismo que rodea una operación así.

Eso sí, la Constitución de Estados Unidos establece que se puede retirar el poder al Presidente si se piensa que está claramente incapacitado para seguir al mando. Por ejemplo, si diera ordenes irracionales para iniciar un ataque nuclear.

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