¿Cómo afecta a los españoles la transferencia de la gestión de la Seguridad Social al gobierno vasco?

Pedro Sánchez ya ha conseguido reunir todos los apoyos necesarios para ser investido presidente. Apoyos a cambio de cesiones nunca antes vistas en democracia. Muchas de ellas siendo un “ataque directo a nuestro Estado de Derecho”, tal y como dicen innumerables asociaciones del mundo de la justicia o de las economía. Con los independentistas catalanes ha concecido todo: quita de deuda con el Estado, amnistía para todos los implicados en el proceso independentista catalán, caminar hacia ese referéndum de autodeterminación, etc.

Pero solo necesitaba de los partidos independentistas catalanes. También los nacionalistas vascos. Los 6 diputados del PNV dirán sí a Sánchez, pero no a cambio de nada.

Y entre esas competencias pendientes del Estatuto de Gernika está también la gestión del régimen económico de la Seguridad Social. Algo que tiene un plazo “improrrogable” de dos años.

Ahora bien, 3 horas después de firmar ese pacto, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, asegura que va a ser “difícil” cumplir ese compromiso. Dice que “no hay nada específico”.

Sin embargo, lo que se extrae de ese acuerdo firmado entre PSOE y PNV es que los vascos tendrán la gestión de esa Seguridad Social, pero no habrá ruptura de la caja única. ¿Cómo podría materializarse un acuerdo así? ¿Qué alternativas tienen ambos partidos? ¿Cómo va a afectar a los ciudadanos vascos? ¿Y al resto de españoles?

Para resolver todas esas dudas está con nosotros en La Mañana del Fin de Semana Felipe Serrano, catedrático de Economía Aplicada en la Universidad del País Vasco, que ya aseguraba que "existe una sentencia del Tribunal Constitucional que se dicta por una petición que hace CiU que establece que el principio de caja única existe y no se puede romper, que independientemente de dónde uno viva se recauda y se pagan las pensiones. Da la impresión de que el gobierno vasco cambió el modo de reivindicar" comenzaba explicando.

Y es que es el concepto por el cual, todos los ciudadanos tienen derecho a las mismas prestaciones con independencia del nivel de riqueza de cada comunidad autónoma. Para lo que el Estado centraliza en la Seguridad Social la recaudación de todas las cuotas de trabajadores y empresas.

Un déficit del que tendría que hacerse cargo el gobierno vasco

Se habla de gestión, no de ruptura de esa caja única, y esto es un cambio de versión en el PNV, básicamente debido a que el sistema vasco de pensiones es uno de los más insostenibles de todo el país. De hecho, en una década, el déficit se ha duplicado hasta alcanzar los 4.300 millones, tanto, que el País Vasco copa el 11% del "agujero! del sistema a nivel estatal, aunque la población solo supone el 4,5%.

"Realmente me llama la atención que el PNV quiera la transferencia en los términos de gestión. En este momento, se están recaudando por cuotas, 4.590 millones y pagamos en prestaciones 8.000. Ese déficit se financia con cargo a transferencias del estado. Si el PNV asume la gestión, se hará cargo de ese déficit de 4.000 millones, veo raro que esté dispuesto a asumir un agujero de estas características" aseguraba el catedrático.

Un apunte, eso sí, y es que asegura que la mayoría de las comunidades autónomas está en déficit. "El sistema de seguridad social se gasta más de lo que se recauda por cotizaciones, se muta el modelo de financiación del sistema y cada vez es mayor la presencia de las transferencias que se hacen desde los presupuestos generales del Estado a la Seguridad Social para cubrir los déficits" explicaba.

"Aquí el sistema fiscal está transferido, luego es el gobierno vasco en el que en el supuesto de transferencia de la Seguridad Social, debería hacerse cargo del déficit porque tiene el sistema fiscal" decía.

Pero, ¿podría esta transferencia romper la solidaridady la igualdad entre los españoles? Felipe Serrano explicaba que se daría una paradoja, ya que podría romperla "en beneficio de los ciudadanos del País Vasco, porque si el déficit no se financiase con cargo al sistema impositivo del País Vasco, sino del resto de España, se daría la paradoja de que las regiones pobres estarían financiando a las regiones ricas" sentenciaba.