El drama de Amadeo: trabajando desde los 14 años, decide jubilarse y se lleva una sorpresa con la pensión

La Administración ha sufrido diversos atascos que ha provocado una situación anómala en la pensión de millones de ciudadanos con derecho a cobrarla después de jubilarse

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La odisea de cobrar una pensión

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Llevas toda la vida trabajando y te toca cobrar la pensión. Es lo justo tras haber cotizado y alcanzar la edad de jubilación. Pues aunque parezca indignante, en España a día de hoy se viven auténticos dramas para acceder a un dinero que te corresponde. Este es el caso de Amadeo, quien llevaba trabajando toda una vida. Amadeo empezó a labrarse un futuro con 14, un futuro que hoy tiene un horizonte difícil.

Más de 4 millones de españoles, afectados

Quien acaba de jubilarse tiene que hacer una serie de trámites para poder cobrar la pensión. Lo primero suele ser solventar el papeleo con la empresa, y luego, toca ponerse en contacto con la Seguridad Social para gestionar ya esa pensión. Y aquí surgen los problemas, empieza la gymkana. Hasta no hace mucho, en siete u ocho días se gestionaba, ahora se tardan unos tres meses. Pero no solo pasa con las pensiones. Cualquier trámite con la Administración es un quebradero de cabeza.

Hay que armarse de paciencia, especialmente si llamas por teléfono a la Seguridad Social. Las líneas están colapsadas todo el día. Está también la opción de Internet, aunque es cierto que para muchos mayores sigue siendo un terreno aún demasiado árido. Y la atención presencial -que te atiendan en una oficina- es casi un lujo. Hay un dato que ilustra bien el colapso: ya el año pasado, hasta 4 millones de ciudadanos dejaron de ser atendidos por este atasco en la Administración.

Los funcionarios de la Seguridad Social se quejan de que falta personal, de que la plantilla se ha recortado de forma drástica en los últimos años, en concreto, se ha recortado un 21% en la última década y la carga de trabajo no para de aumentar. 24.000 funcionarios tramitan casi 10 millones de pensiones, una decena de subsidios y ayudas, como incapacidades temporales, maternidades, paternidades, más ese Ingreso Mínimo del que hablábamos.

La edad media de los trabajadores de la Seguridad Social es de 59 años, eso da idea de que se han ido jubilando esos trabajadores y no ha entrado personal. Y está previsto que en cinco años se jubile el 28 % de la plantilla, y en unos diez años un 36% adicional, es decir, casi dos tercios de la plantilla actual, según datos de CSIF, que es el sindicato más representativo en las administraciones públicas.

El drama de Amadeo con la pensión

Hay afortunados -vamos a decirlo así- que, tras infinidad de intentos, logran una cita presencial, pero tienen que esperar un mes o mes y medio. Si a eso sumamos, los dos meses que la Seguridad Social tarda en tramitar, por ejemplo, una pensión, el resultado es que el recién jubilado tardará hasta tres meses para poder cobrar su merecida pensión.

Eso sí, una vez que la cobran lo hacen con carácter retroactivo, pero hay personas que no pueden esperar tanto a cobrar. Esa es la pregunta: ¿se puede permitir hoy en día una persona no cobrar la pensión durante tres meses? Te voy a poner un ejemplo que ilustra el de otros tantos recién jubilados en España, el de Amadeo Escolán, abogado, que vive en Zaragoza, lleva unos tres meses y medio intentando conseguir una cita previa en la Seguridad Social para poder gestionar su pensión de jubilación.

De momento, imposible. Ni por Internet, ni por teléfono ni levantándose al alba. “Voy a la administración y me dicen que funciona con cita previa. Muy bien, me parece estupendo. Para conseguir esa cita me dicen que hay dos maneras. O a través de la página web o a través de dos teléfonos. Uno de ellos es un 901, que no te dicen que cuesta 1,88 euros el minuto. Pero aun así llamas y te dicen que no hay citas. Llamas otro día y otro y nada. Me dieron otros números y nada” comentaba indignado.

Con tanto tiempo de espera, es lógica la angustia de muchos ciudadanos, como Amadeo, que ven cómo es misión casi imposible que les den una cita presencial en una oficina de la Seguridad Social. Y hay gente que, aún sin esa cita, se acerca a las oficinas con el fin de que algún funcionario les ayude.

El propio Amadeo Escolán, el jubilado de Zaragoza, nos ha contado también que él ha llegado a ir hasta cinco veces a distintas oficinas de la Seguridad Social de su ciudad, para ver si así logra la ansiada cita o que alguien le atienda. Y ha visto casos de todo tipo. Detrás de él, otra señora esperaba la cola con cara de desesperación. Su caso, mucho más grave.

Llevaba más de tres meses sin cobrar el Ingreso Mínimo Vital por motivo de la imposibilidad de entregar un documento como consecuencia de la falta de concesión de citas. “Vengo aquí casi todos los días para ver si al final se apiada”, le comentó.

Hasta tal punto llegó su desesperación y su impotencia, que Amadeo llamó a la policía para que se personara en esa oficina de la seguridad social de Zaragoza y viera la realidad de la gente en la cola. Los agentes lo hicieron, pero solo pudieron constatar que no había personal suficiente.

“En la Facultad me dijeron que la Administración estaba al servicio del ciudadano, pero eso no es lo que estoy viendo, al final parece que estoy mendigando”, sentencia Amadeo.

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