Los pros y contras de la reforma de las pensiones en COPE: va a repercutir en el mercado laboral
¿Qué va a pasar con nuestras pensiones? En 'La Mañana del Fin de Semana de COPE', Enrique de Besa ha explicado que, al final, los que pagarán serán los nuevos jubilados y el empleo
Madrid - Publicado el - Actualizado
5 min lectura
El Consejo de Ministros aprobaba esta semana un Real Decreto-ley que recoge las medidas de la segunda fase de la reforma de las pensiones. Según el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, con esta reforma se pretende garantizar la sostenibilidad a largo plazo del sistema público de pensiones, algo en lo que coinciden los sindicatos y rechazan los empresarios.
El texto tendrá que ser ratificado dentro de un mes en el Congreso, un documento que, a priori, los socios habituales del Gobierno están dispuestos a apoyarlo.
¿Por qué no satisface a los empresarios? Porque la patronal lo considera un hachazo a las empresas ya que la sostenibilidad de la reforma consiste en un aumento de los ingresos que recae básicamente en una subida de las cotizaciones a las empresas.
La reforma no ataca por la vía del gasto, que de hecho, va a aumentar por un lado por ese nuevo sistema de doble cómputo para calcular la pensión. A partir del 2027, se podrá elegir entre los últimos 25 años o los últimos 29 cotizados quitando los dos peores años. La aplicación va a ser gradual hasta que en el 2044 solo podamos optar por la fórmula de los últimos 29 años.
Se recoge un aumento progresivo de las pensiones mínimas contributivas para que a partir del 2027 no sean inferiores a 16.500 euros brutos anuales en el caso de un jubilado con cónyuge a su cargo y se van a subir también las pensiones máximas en torno a un 3 % para el 2050, esto está muy por debajo del incremento del 38 % que van a sufrir las bases máximas de cotización. Esta es una de las patas para aumentar los ingresos, la subida de esas máximas de cotización, además, también se establece una cuota de solidaridad sobre esa parte de los salarios más altos que quedan sin cotizar y se refuerza también el mecanismo de equidad intergeneracional que es aumentar la cotización por trabajador que ya creció en un 0,6 % este año y es llevarla hasta el 1,2 % en 2029.
Todo de manera gradual. Esa subida la asumirán en mayor medida las empresas y una parte más pequeña los trabajadores. La reforma ha sido pactada con Bruselas y la Airef, esa entidad que audita nuestras cuentas públicas.
Había tres opciones y se ha elegido la menos buena
En La Mañana del Fin de Semana de COPE hemos podido escuchar el análisis sobre la reforma de Enrique de Besa, experto en pensiones, profesor de la Universidad de Valencia e investigador del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, asegura que la reforma "teóricamente garantizan las sostenibilidad del sistema, pero en teoría, en la práctica es muy difícil que ocurra tal y con las estimaciones que están haciendo porque están suponiendo que va a haber un 1,7 % de incremento de ingresos debido a las reformas, no debido a que aumente el número de afiliados o que aumenten las bases. Los cálculos que hemos hecho nosotros para tener una comparación nossale alrededor de 0,7% o un 0,8% de PIB, está muy lejos, están asumiendo que va a haber un déficit y lo que se hace es postergar a partir de que empiece a hacer los informes el Airef la resolución de ese deficit, en la práctica está bien, pero vamos a ver cómo se va asimilando el tipo de cotización para conseguir ese equilibrio"
¿Se tira por la vía más rápida que es aumentar la cotizaciones para las empresas? Se puede actuar sobre tres tres grupos, tres colectivos: los actuales pensionistas que ya el año pasado ya se aprobó una reforma en la que se les iba a revalorizar las pensiones con el IPC, con lo cual no van a sufrir pérdida de poder adquisitivo que, por un lado está bien, pero eso supone un gasto que se puede estimar bastante certeramente; la otra vía podría haber sido reducir algo las pensiones de los que van a entrar en el sistema, las pensiones de los nuevos, de los futuros jubilados y tampoco se van a tocar las pensiones, incluso van a subir en algunos casos la de los futuros jubilados porque la ampliación del periodo de cómputo, todas estas medidas, al final, no reducen el gasto; entonces se ha centrado en la tercera parte, a los actuales afiliados que van a tener que pagar un tipo de cotización más alto, se vuelve a modificar el tipo de cotización, lo cual a su vez es perverso en sentido de que como el tipo de cotización no entra en la fórmula de cálculo de la pensión, ese incremento del tipo de cotización no va a revertir una mayor pensión, vamos a pagar a fondo perdido y luego la base máxima que va a subir mucho más rápidament, 10 veces más rápidamente que la pensión máxima, con lo cual los que tienen salarios por encima de la base máxima van a tener que pagar una una cantidad extra sin recibir nada a cambio", explica el experto.
¿Qué aciertos tiene esta reforma? A mí me cuesta encontrarlos, desde el punto de vista sostenibilidad, teóricamente sí, pero el papel lo aguanta todo, pero al final van a tener que ajustar bastante más hacia arriba el tipo de cotización porque creo que al final no va a haber más remedio que recortar las pensiones nuevas, es posible que se retrase la edad de jubilación ordinaria. Un mix como se hizo en la reforma de 2011 para que no se centrara en un grupo reducido de personas. Está claro que el aumento de los costes laborales va a repercutir en el mercado de trabajo", advierte Enrique de Besa.