LA NOCHE DE ADOLFO ARJONA
Así se hizo la foto que dio la vuelta al mundo cuando murió Bin Laden: "En una esquina bajo tierra"
En "La Noche de Adolfo Arjona" te contamos cómo vivieron en la Casa Blanca aquellos momentos y por qué Estados Unidos decidió arrojar su cadáver al mar
Sevilla - Publicado el
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Ninguno mira a la cámara. Tampoco el hombre más poderoso del mundo. Barack Obama aparece en un rincón de la foto con gesto muy serio e inclinado hacia adelante. A su derecha, el vicepresidente que años más tarde le relevará en el cargo. Pero todavía queda mucho para eso.
A la izquierda, el General de brigada Marshall Webb, ayudante del general que ordena el Mando Conjunto de Operaciones Especiales. En el ordenador que vemos de espaldas, imágenes de lo que pasa en directo a 25.000 kilómetros. También sentada, Hillary Clinton, se lleva la mano a la boca. La tensión es absoluta. Y no es para menos.
Obama da la orden
Están a punto de localizar al hombre que sembró el terror en América el 11 de septiembre de 2001. Bin Laden es el objetivo de la Operación “Tridente de Neptuno”
Todo empezó un año antes: Estados Unidos intercepta una llamada telefónica a un mensajero de confianza de Bin Laden en Pakistán. Ese hombre era Abú Ahmed Al Kuwaiti, al que Estados Unidos llevaba años buscando. Sin saberlo, les lleva a una vivienda en la ciudad pakistaní de Abottebad que cuenta con un enorme despliegue de seguridad.
La casa de Bin Laden
Se trata de una vivienda de tres plantas, rodeada por altos muros y no muy lejos de una base militar paquistaní. Pero, ¿Quién vive en esa casa? ¿Por qué tiene esa vivienda unas medidas de seguridad tan extraordinarias?
De pronto, todo parece encajar. Esa casa podía ser el escondite de Bin Laden. Tras meses de vigilancia, el 29 de abril de 2011, el Presidente Barack Obama da la orden de entrar en la vivienda.
Su vicepresidente Joe Biden y su secretaria de Estado, Hillary Clinton, no estaban de acuerdo. Les parecía muy arriesgado porque no estaban seguros de que Bin Laden estuviera en esa casa. Pensaban que era mucho más eficaz y seguro lanzar un misil. Y así se lo contaron al Presidente. Pero Obama dio la orden.
En el interior de la casa de Bin Laden
Al otro lado del mundo, en Pakistán, era medianoche. Prácticamente a oscuras, 23 hombres se preparan para entrar en la casa donde suponen que está Bin Laden. Van acompañados de un intérprete y un perro rastreador llamado Cairo. El plan inicial es descender en helicóptero y acceder a través del techo con una cuerda.
Pero uno de los helicópteros se ve obligado a hacer un aterrizaje forzoso en el patio de la vivienda y resulta dañado. Así que los marines tienen que entrar a pie en la casa. Una vez dentro, disparan a varias personas que se encuentran a su paso: el hermano de Bin Laden, uno de sus hijos, un colaborador y una mujer.
Cara a cara con el cerebro del 11S
Encuentran unas escaleras y suben. Ante sus ojos tienen un espacio sin grandes lujos. Más bien parece un campamento sin acabar. Las paredes no están pintadas. Tampoco hay fotografías ni objetos personales. Y finalmente lo encuentran: Bin Laden está en una habitación del piso superior.
En la mano tiene un fusil de asalto y una pistola. Los hombres del “Team Six” actúan con rapidez. Un disparo en el ojo izquierdo y otro en el pecho. Bin Laden ha muerto. Nueve minutos tardaron los norteamericanos en aterrizar en la casa y matar a Bin Laden.
"Situation Room": Una sala secreta
Y mientras veintitres hombres cumplían con su misión en Pakistán, desde la Sala de Crisis de la Casa Blanca, el presidente Barack Obama siguió cada detalle la misión para acabar con Bin Laden.
Juan Fierro, corresponsal de COPE en Estados Unidos, le ha contado a Adolfo Arjona, cómo siguieron el Presidente Barack Obama y su equipo aquellos momentos. El lugar elegido fue una de las salas conocidas como “Situation Room”, que se encuentran en uno de los sótanos de la Casa Blanca.
Allí se convocan las reuniones más secretas. Y esta lo era. Curiosamente, “esta sala es una de las más pequeñas que hay. Esta sala no está preparada para mantener reuniones si no para seguir comunicaciones”.
El fotógrafo oficial de la Casa Blanca, Peter Souza, hizo más de cien fotografías de aquel momento histórico. Para tomar esta foto, se quedó recluido en una de las esquinas y contó con un campo visual muy pequeño. El momento daría la vuelta al mundo.
Una vez abatido Bin laden, trasladaron su cuerpo al portaviones Carl Vinson en el más absoluto secretismo. "Menos de doce personas sabían que el cadáver de Bin Laden estaba en el portaviones. Las mismas que estuvieron presentes en el acto de arrojarlo al mar". Eran entre la 1 y las 2 de la madrugada cuando el cadáver del terrorista se hundía en el fondo del océano. Unas pesas atadas en su cuerpo tiraban hacia abajo. Al frente de la operación, la CIA.
Barack Obama dijo en su día que no iba a hacer públicas las imágenes de Bin Laden en el mar. Sí han podido verlas congresistas y senadores que quisieron pudieron ver las fotos en una sesión secreta. Hicieron descripciones muy gráficas que son las que han trascendido hasta nuestros días. Su tumba jamás será encontrada. Porque Bin Laden no tiene tumba.
Hitler: "Un búnker bajo tierra"
Tampoco la tiene Hitller. Un parque infantil, un aparcamiento y dos bloques de viviendas. Es lo que hay en el mismo sitio donde estuvo la cancillería del Tercer Reich. Y bajo tierra, el búnker subterráneo donde Adolf Hitler se quitó la vida. Hoy, apenas queda nada de aquel capítulo de la historia.
El dictador alemán se suicidaba el 30 de abril de 1945 junto a su esposa. El 1 de mayo, sobre las diez y veinte minutos de la noche, la radio de Hamburgo daba la noticia: Hitler había muerto. Desde entonces han surgido muchas teorías sobre su muerte. Incluso hay quienes afirman que Hitler no murió en Berlín.
El historiador José Luis Caballero le ha contado a Adolfo Arjona que “se trataba de un complejo subterráneo de búnkers, y lo construyeron por orden de Hilter. Estaba debajo de la nueva cancillería que ordenó levantar el dictador"
En ese búnker se reunían cada día ayudantes, soldados y vigilantes. Y gente de confianza del fuhrer. Hasta más de cien personas estuvieron viviendo y trabajando en el búnker. Y desde allí, durante sus últimos meses de vida , Hitler dirigió lo que quedaba del Tercer Reich.
Aquel mes de abril, aquello se había convertido en un "auténtico nido de víboras donde se reunían unas traiciones enormes. Hitler empezó a dar instrucciones absurdas, y algunas de sus personas de confianza empezaron a huir”. En el momento de su muerte, había una decena de personas en el búnker.
Por casualidad
La II Guerra Mundial estaba a punto de terminar. La paz se firmó el 8 de mayo de 1945. El ejército ruso encontró el búnker por casualidad. “El ejército rojo ni siquiera tenía conocimiento de su existencia. Dieron con él por casualidad. Encontraron un acceso que no sabían qué era, dieron con una escalerilla". Y allí estaba: el búnker donde Hitler se había quitado la vida.
O eso fue lo que le dijeron los supervivientes que había en el búnker al ejército ruso. Que se había quitado la vida con cianuro. Y después habían incinerado su cuerpo.
Aunque a lo largo de los años, han surgido varias teorías conspiranoicas. Teorías que dicen que sabiendo que habían perdido la guerra, Hitler y su mujer Eva Braun, decidieron huir. Habrían salido de Berlín el 22 de abril de 1945 en un helicóptero hasta la ciudad austríaca de Linz. Allí habrían permanecido varios días para volar después en avión a España Y según esta teoría conspiranoica, desde nuestro país habrían embarcado en un submarino alemán rumbo a la Patagonia argentina.
Pero esta teoría se cae, según nos cuenta José Luis Caballero: “Un informe de un equipo de investigadores franceses, demuestra que se han analizado dientes que estaban en poder de los rusos,y pertenecían a Adolf Hitler.” Ni Hitler ni Bin Laden. Ninguno de los dos tiene tumba. Y no es casualidad.
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