El truco que devolverá a tu prenda su estado original si ha encogido en la lavadora

Es normal que después de las fiestas navideñas tengamos la sensación de que la ropa ha encogido, pero no hay que descartar la posibilidad de que seamos nosotros los que hayamos ensanchado a base de mantecados y turrón. Aun así, no debemos descartar la primera opción, porque la esperanza es lo último que se pierde.

Bromas aparte. Vamos a centrarnos en la ropa. Es normal que, alguna vez, al sacar la colada de la lavadora hayamos comprobado que ciertas prendas hayan reducido considerablemente su tamaño; han encogido. Sin duda, es un fastidio. Pero te has preguntado alguna vez ¿Por qué encoge la ropa?

Esa es una cuestión a la que Adolfo Arjona busca respuesta junto a Íñigo Pérez-Baroja Verde, miembro de la Junta Directiva de la ANQUE, la Asociación Nacional de los Químicos e Ingenieros Químicos de España.

COMPUESTO DE LAS PRENDAS

Antes que comprender por qué encoge la ropa, hay que conocer bien el tipo de material con la que se suelen confeccionar las prendas que más usamos. Sobre este asunto, el experto explica: “Las prendas son un conjunto de tejidos elaborados a partir de fibras que pueden ser naturales (seda, lana) o artificiales (poliéster). Las fibras están formadas por polímeros, es decir, sustancias compuestas por grandes moléculas unidas por un enlace covalente de una o más unidades simples llamadas monómeros”.

Ya sabemos que las fibras con las que se confeccionan las prendas están formadas por polímeros. Estas sustancias se someten a un proceso de tensado y estiramiento que se ve afectado cuando aplicamos temperatura “el calor provoca que las fibras se encojan, y si a esa disminución de la fibra le añadimos el movimiento de la lavadora, conseguimos que ciertos tejidos como, por ejemplo, la lana, se compacte y se enrosque generando nudos. Este proceso provoca una disminución del tamaño de la fibra y, por tanto, la prenda encoge” explica Pérez-Baroja.

Este efecto se da cuando aplicamos más calor del recomendado por el fabricante. Además de poder ocurrir cuando lavamos la prenda en la lavadora, también sucede en la secadora “al final estás aplicando un calor similar y el mismo movimiento al de una lavadora”, indica el experto.

Hay que tener en cuenta que no todas las prendas reaccionan de la misma manera al calor. Las lanas y sedas son las más sensibles, seguidas del algodón. Por último, las fibras artificiales aguantan mejor el calor y el movimiento y es más difícil que encojan.

RECUPERARLA

Supongamos que no hemos hecho bien las cosas y la ropa ha encogido. Aparentemente no hay marcha atrás y, la mayoría de las veces, damos por perdida una prenda al ver el resultado tras sacarla de la lavadora. Pero el experto nos ofrece una fórmula que puede funcionar. Para ello tira de la sabiduría popular: “Una posible solución sería enjuagar la prenda en agua tibia añadiendo suavizante del pelo y un poco de vinagre. Al enjuagarlo, lo que estamos haciendo es desmontar los nudos que se han hecho durante el proceso en la lavadora/secadora. El agua tibia ayudará a que las prendas vuelvan a su posición inicial y, por tanto, a su tamaño original”.

El experto indica que esta sería la primera parte del proceso. La segunda, y muy importante, llega a la hora de escurrir la prenda: “Hay que hacerlo suave y sin imitar a la lavadora porque no conseguiremos el objetivo”.

Si realizamos este proceso de manera adecuada y con paciencia, tendremos muchas posibilidades de salvar la prenda. En todo caso, el mejor plan pasa por la prevención “hay que mirar primero la etiqueta de la prenda y ver si se puede meter en la lavadora y/o secadora, y qué programa es el que te recomiendan”, señala Pérez-Baroja.