La bonita idea de una enferma de cáncer para crear una red de pelo solidario

"Fabrican sonrisas". Así es como definen su trabajo. Y no solo consiguen fabricarlas, sino que también logran que sus clientes tengan mayor autoestima y seguridad. ¿Cómo? Creándoles pelucas, como hacen desde la Asociación de Peluquería Internacional Arte e Imagen con la iniciativa Mechones Solidarios con los enfermos de cáncer. 

Clientes voluntarios acuden a sus centros para que les corten su larga melena y así poder donarlos a personas que carecen de ella. En 'La Noche' ha estado una de las peluqueras que participa en esta acción. Se llama Pilar Ferrero y lleva ya tres años cortando estos mechones solidarios. "Viene bastante gente, aunque va por temporadas", le ha contado a Beatriz Pérez Otín. Las mejores épocas son las de verano y Año Nuevo.

Su colaboración con esta iniciativa empezó tres años atrás: "La hija de una amiga mía me comentó que quería donar el pelo. Yo investigué, encontré Mechones Solidarios, hablé con ellos, me gustó la labor que hacían y me puse a trabajar". Desde entonces, los clientes que donan su cabello van desde niñas pequeñas que se han dejado el pelo largo y su primer paso por la peluquería es solidario, hasta por "bastantes adultos", pasando por niñas que dan su pelo después de hacer la comunión y jóvenes.

"Puede donar todo el mundo, da igual que esté el pelo teñido o decolorado", ha indicado esta peluquera del Barrio del Pilar de Madrid. Hasta los 14 años, los clientes pueden donar hasta 20 centímetros de pelo; a partir de ahí, 30, por un coste de 5 euros.

Pilar se ha encontrado "de todo" entre sus donantes. "Hay personas que donan porque una amiga suya ha donado. Hay otros que han pasado por un cáncer y han pedido peluca y luego han donado el pelo, porque es cabello natural

Mechones Solidarios lleva fabricando pelucas para enfermos desde el 2013. Estela Guerizoli, su presidenta, ha explicado en 'La Noche' que la idea se le ocurrió a su madre cuando estaba siendo sometida a quimioterapia. "Las demás pacientes le preguntaban por qué no se le caía el pelo, ella respondía que estaba calva pero que tenía una peluca natural", ha contado esta peluquera. Ese tipo de accesorios son muy costosos, aunque en este caso Estela la hizo a mano junto a su madre.

Poco tiempo después, una clienta se cortó mucho el pelo y le dijo a Estela que "se lo donaba para que hagas algo para quien lo necesite". A partir de ahí, a esta profesional de la peluquería se le ocurrió esta iniciativa solidaria.

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