No te olvides de mí
Cuando Graucho Marx quiso convertirse en médico
131 años del nacimiento del actor y cómico americano
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Nacidos en Nueva York, los hermanos Marx son considerados el grupo cómico más exitoso de todos los tiempos. Se ha escrito mucho sobre cada uno de estos grandes humoristas, especialmente sobre Groucho, quien cumpliría 131 años esta semana. Le catalogaron como el más carismático de los Marx, al igual que el más gruñón. Pero realmente, ¿le conocimos bien?
Siempre pensamos que lo sabemos todo, pero no. Aún quedan detalles de su vida que te van a sorprender. Para empezar, su nombre real era Julius Henry Marx, ¿y por qué ese nombre? Pues por el tío Julius, un familiar lejano de su padre que creían que estaba forrado, y básicamente, le pusieron ese nombre al niño para hacerle la pelota, y así tener un lugar asegurado en el testamento. Para sorpresa de todos, cuando finalmente falleció el tío Julius, descubrieron que la totalidad de sus bienes ascendían a “una bola de billar robada, una cajita de plata para píldoras y una pechera de celuloide”. Así no nos cuesta imaginar que desde entonces, Groucho prefiriera que le llamasen por un apodo derivado de la palabra “grouch”, que significa en español: gruñón.
Como él mismo describió en sus memorias, de forma muy cómica, sus padres y sus hermanos eran para echarles de comer aparte. Su padre, Simon Marx era un sastre sin ningún talento; “el peor de Nueva York” según su hijo. Era propenso a las ideas disparatadas, pero eso sí, tenía un gran sentido del humor y cocinaba muy bien. Su madre por su parte, Minnie Schonberg, provenía de una familia de cómicos y fue ella misma la que introdujo a sus pequeños en el mundilllo.
Groucho comenzó en el espectáculo con tan solo quince años. Sin embargo, tres años antes ya había abandonado la escuela. Si sus hermanos Gummo, Chico, Zeppo y Harpo mostraron un temprano interés por la música, Groucho lo tuvo claro por la literatura. Fue devorador de libros desde muy temprana edad. Pero curiosamente, aseguró que la escuela de su barrio (descrita en sus memorias como un infierno de compañeros abusones y de maestros ignorantes), no le ayudaría a llegar lejos.
De modo que con doce años dejó atrás el colegio despidiéndose de su gran sueño de convertirse en médico. Cuando su madre le preguntó: "¿Es que no quieres labrarte un porvenir?", él replicó "No, si para ello tengo que ir al colegio”. Por lo que probó suerte en el mundo del espectáculo junto a sus hermanos. En sus primeras actuaciones primaba más la canción que el humor. Pero Groucho fue ampliando los números cómicos y también decidió que se llamarían “Los Hermanos Marx”.