¿Existe la pareja ideal o nos la hemos inventado?
Las parejas tienden a romper en verano. En "La Noche" de COPE te damos los consejos clave para no desilusionarse cuando conoces a alguien especial
Madrid - Publicado el - Actualizado
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¿Será verdad que el verano propicia que nos enamoremos más? Quizá sea porque estamos más relajados, receptivos, porque miramos más allá de la pantalla del ordenador, y estamos lejos del estrés de la oficina ¿Son los amores de verano sólidos? ¿Qué expectativas podemos tener con ellos? Hoy en la Noche de COPE, Macu Gortazar Ibañez de la Cadiniere, psicóloga y directora del ITP, descubre si realmente existen las media naranja, o lo que podemos esperar de la “pareja perfecta”.
La idealización del amor es un tema recurrente desde que Romeo elevó a Julieta al balcón de la sublimación. Pero una cosa es la literatura y otra muy distinta la vida real. ¿Qué nos trae el verano? El calor, las noches interminables y los flechazos. Pero no solo tiene cabida el amor, también el desamor y las separaciones, la experta señala: “aumenta el número de separaciones después del verano y muchas de ellas vienen precisamente porque estamos tan poco acostumbrados a convivir el resto del año, que de repente nos vemos el mes de agosto con esta persona como si no nos conociéramos, muchas de estas separaciones vienen porque no nos hemos soportado”.
Cree que las flechas de Cupido sí que pueden atravesar corazones: “el flechazo lo solemos unir a esa Luna de miel por la que todas las parejas pasan cuando empiezan y que al final tiene que ver con un componente de idealización del otro. Yo veo lo que quiero ver.” Sin embargo, la realidad suele terminar imponiéndose: “Muchas pareja rompen porque esa idea maravillosa que nos habíamos creado pues no lo es tanto. “Y hay que tener en cuenta que la pareja perfecta no existe, porque precisamente somos humanos y estamos llenos de defectos", asegura.
Señala que existen dos tipos de pareja, las compatibles, aquellas que comparten gustos y aficiones y las complementarias, las que aportan al otro aquello que le falta. Suelen ser las más duraderas, ya que han fomentado la comunicación. Y es que “La comunicación tiene que ver con el respeto. Lo tuyo es tan válido como lo mío. Tiene que ver con la escucha, la empatía. La pareja es una negociación constante”.
Nos ofrece un consejo: “las parejas que mejor funcionan son aquellas que son capaces de ver al otro”. Remarca la importancia de ser conscientes de la realidad y de la dinámica de la rutina que tarde o temprano termina aplastando.