Lidia García: "Lola Flores o Rocío Jurado reivindicaban la igualdad con naturalidad"
La autora de '¡Ay, campaneras!' hace un repaso a la historia de la copla, el pasodoble y el cuplé
Madrid - Publicado el
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No sé si a ti te ocurre, pero yo escucho una copla y me hace viajar atrás varios años. Hasta mi niñez, incluso. A otra época. A tiempos felices y aquella España que todos recordamos. Podríamos decir que la copla es una de las grandes marcas de nuestro país. Este género artístico ha conseguido atravesar una guerra civil, una posguerra, una dictadura y ha visto nacer una democracia. Y, por qué no decirlo, es diferente a todo. No sólo es cante o música, es también interpretación, folclore, amor, desengaño, tristeza o alegría. Y por supuesto, grandes figuras la han representado. Rafael de León, Manuel López Quiroga, Antonio Quintero, La niña de los peines, Concha Piquer, Lola Flores, Rocío Jurado o Miguel de Molina, entre muchos otros.
No sé si sabías que Charles Chaplin robó la música de un cuplé para una de sus películas más famosas o que el mismísimo Nietzsche dijo que “lo más fuerte” que había oído en su vida fue una zarzuela de Federico Chueca. Yo tampoco lo sabía, lo he leído en el libro ‘¡Ay campaneras!’ de Lidia García. Una auténtica oda a la copla, a los cuplés y a los pasodobles. Un género que hoy queremos homenajear de la mano de esta auténtica apasionada.
Lidia nos cuenta en La Noche de COPE que su pasión por la copla le viene desde pequeña. Le retrotrae a tiempos pasados, "cuando mi madre hacía las tareas del hogar y ponía este tipo de música en mi casa". Una época dorada de este género que ha ido evolucionando a lo largo de los años, "aunque yo me resisto a pensar que sea un género que vaya a desaparecer. Creo que hay un interés renacido. A día de hoy hay grandes artistas que lo llevan por bandera y que tienen éxito. Por ejemplo Diana Navarro, Martirio o María José Llergo. Así que le auguro un buen futuro".
Las letras de estas canciones tienen muchas historias detrás. "Fueron importantes durante la Guerra Civil, pero también en la posguerra". Lidia analiza muchas de ellas en su libro. Una de las partes está dedicada a la evolución del "Tápame, tápame" de Sara Montiel a las declaraciones de folclóricas como Lola Flores o Rocío Jurado. "Declaraciones que no eran habituales en la época y que ellas reivindicaban con naturalidad. Tuvieron una función importante para que muchas mujeres de la época se sintieran identificadas con ese discurso. No era habitual hablar en esa sociedad del momento, por ejemplo, del deseo sexual. Sobre todo siendo mujer. Y ellas lo hacían".