Qué haces mal en el día para que te despiertes con hambre por la noche: "Pueden comer hasta 1.000 calorías"

El doctor Darío Fernández explica en 'La Noche de COPE' las razones por las que una persona asalta la nevera y da varios consejos para evitarlo

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"La gente cree que dormir mucho engorda, pero es al revés"

José Manuel NietoRedacción La Noche

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

En 'La Noche de COPE' este jueves hablamos de los visitadores nocturnos. No nos referimos a ladrones, ni vampiros. De hecho, quizá tú seas uno de ellos, aunque no lo creas. Solo respóndeme a esta pregunta: ¿Eres una de esas personas que se ha despertado a altas horas de la noche con unas ganas imperiosas de asaltar la nevera? Si la respuesta es sí, si te sientes identificado eres un visitador nocturno. Quizá te pillemos con las manos en la masa mientras estás leyéndonos y escuchándonos.

Sabes que es una mala costumbre, que no es bueno para ti y debes abandonarla cuanto antes ¿Verdad? Pues con la ayuda del doctor Darío Fernández, te explicamos el porqué de ese deseo incontrolable a medianoche y cómo evitarlo. "Esa hambre se acompaña de insomnio, que despierta con ese deseo. Exactamente, no sabemos la causa, pero sí que sabemos que hay una alteración de los ritmos circadianos del sueño y una mala estrategia alimenticia", establece el médico de familia.

Además, señala a un tipo de personas: "Estos visitadores nocturnos suelen saltarse el desayuno y malcomer a mediodía". Es peligroso porque "interrumpe el sueño" y simplemente por eso tendremos "somnolencia, torpeza para concentrarse". Además, esto nos hará necesitar atajos para controlar la somnolencia "con bebidas energéticas o cafés" y eso "no es bueno", según el doctor Darío Fernández. Avisa de que "los visitadores nocturnos pueden meterse hasta 1.000 calorías" con las consecuencias que tiene.

Como paliarlo

"Eso altera la glucemia, aumenta la resistencia a la insulina, más predisposición a la diabetes, alteración de otras hormonas, más secreción de colesterol... Además, deja un poso de culpabilidad y vergüenza que incrementa el estrés, es decir, aumenta el riesgo de hipertensión", explica el médico de familia de 'La Noche de COPE'. No nos da un antojo de un plato de brócoli, sino de comida poco aconsejable. Es por lo que hay que diferenciar entre el hambre por ansiedad y el hambre fisiológica.

Para establecer diferencias, hay que tener en cuenta que "cuando se despiertan, no han transcurrido ni dos horas desde que han comido decentemente" y es "un hambre que no se sacia". En el hambre normal, "tienes un cosquilleo en el estómago", pero "puedes posponerlo" y "tú dejas de comer cuando notas la plenitud". "La gente cree que dormir mucho engorda, pero es al revés, además se ponen en marcha dos hormonas: la leptina, que se segrega cuando tenemos el estómago lleno, y la grelina, que es la que nos despierta el apetito", explica el doctor.

Darío Fernández da varios consejos para evitar que esto suceda: "Normalizar el ritmo circadiano de las comidas, que no se salten ninguna comida y sobre todo el desayuno, en la cena elegir alimentos saciantes con metabolismo lento, evitar la cafeína oculta y suele venir bien cenar con agua con gas".

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