Sube un 34% la automedicación en España: ¿cuáles son los riesgos del autodiagnóstico?

El verano está a la vuelta de la esquina, y eso se traduce en muchísimos resfriados. Resfriados veraniegos por sudar, por la piscina o la playa, por el aire acondicionado o los cambios de temperatura. También el verano son dolores de cabeza por ponerse al sol, incluso alguna insolación si no tenemos cuidado. Como remedio a nuestros males, es habitual recurrir a la automedicación.

Probablemente, hayas escuchado alguna vez una conversación en la que alguien se queja de que le duele algo, la cabeza, por ejemplo, y enseguida otra persona le ofrece un ibuprofeno o un paracetamol. Recurrir a estos medicamentos en nuestro día a día es muy común, pero cuidado, porque los fármacos no se pueden tomar a la ligera.

La automedicación en España aumentó un 34% en el mes de abril, en relación al año pasado, según el 'observatorio del medicamento', un estudio elaborado por la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles con un matiz importante a resaltar: el porcentaje de automedicación ha aumentado debido a la pandemia y los confinamientos. Algo totalmente lógico, si lo piensas, ya que "salíamos menos de casa y no íbamos tanto a la farmacia".

Otro dato interesante sobre la automedicación tiene que ver con la cefalea, más conocida como dolor de cabeza. Según la Sociedad Española de Neurología, el 50% de los pacientes que tienen esta dolencia se automedica con analgésicos sin receta, es decir, me tomo un ibuprofeno cada vez que noto algo, pero ese abuso le ha llevado a notar que cada vez le hace menos efecto.

Lo que es muy importante es tener un equilibrio y saber bien cuándo se puede tomar un medicamento, como un ibuprofeno o un paracetamol-, y cuándo hay que recurrir a un doctor para que nos recete aquello que necesitamos para sanar. Miguel Martín es médico y nos explica en 'La Noche' de COPE por qué es esencial lo que conocemos como prescripción médica: "La prescripción de un medicamento es un certificado médico que un médico antes de recetar algo ha evaluado cómo lo va a recibir esa persona, cómo lo va a metabolizar, qué enfermedades tiene, entre otros factores. Por tanto, es un acto que es aparentemente muy sencillo, pero exige un proceso interno del médico de evaluar el receptor, al paciente, y los efectos que tiene medicamento".

Además, el doctor Martín nos advierte de las consecuencias que puede acarrear el abuso de ciertos medicamentos: "Puede en enmascarar un proceso más grave o generar resistencias a la toma de antibióticos que no les iba para nada y hay unas poblaciones de riesgo que deberían extremas las precauciones, como son por ejemplo una embarazada, una mujer que esté dando de mamar o aquellas personas que tengan enfermedades crónicas".