La nutricionista Elisa Blázquez señala el alimento ideal para sustituir a los dulces que has comido en verano
Y es que después de unos meses de playa, picoteos, comer fuera, alimentos y horarios poco saludables, toca volver a una alimentación más sana
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Si te has subido a la báscula después de las vacaciones de verano, no te preocupes si has subido entre 3 y 5 kilos, ya que te encontrarás dentro de la media nacional. Al fin y al cabo cuando estamos de vacaciones es común comer o cenar fuera y no siempre a la misma hora, pues nos gusta apurar más en la playa, tomar un helado en el chiringuito, picoteos a cualquier hora, o los desayunos del hotel de huevos fritos con bacon que nunca te haces en casa.
Y es que la experta en nutrición Elisa Blázquez ha confirmado a nuestra comunicadora de La Tarde, Pilar García Muñiz que “es bueno disfrutar de las vacaciones” y tomarse alguna licencia con la alimentación, pero que ahora toca mirar hacia delante.
¿Por qué estoy hinchado?
Además de por comer mucho, algo que puede ocurrir en ocasiones, pero no es lo más común, suele suceder más por comer mal, y es que esta hinchazón, además de hacer que nos veamos mal, puede llegar a hacernos sentir incómodos.
Esta hinchazón la causan principalmente las alteraciones de la microbiota intestinal como, por ejemplo, el sibo, que es un sobrecrecimiento de bacterias que puede producir un aumento de los gases y la distensión abdominal. Estos desequilibrios pueden surgir por los cambios de horarios y hábitos en la alimentación.
La solución llega comiendo mejor, asegura la nutricionista. Esto nos ayudará también a eliminar toxinas y sentirnos más ligeros. Y para ello hay 3 pautas que nos ayudarán: no picotear, hacer tres comidas diarias completas y nutritivas y dejar un mínimo de 4 horas entre cada comida para que el intestino descanse, se movilice y vayamos bien al baño.
Los mejores alimentos
Los vegetales y las proteínas como la carne y el pescado, siempre que sean frescas y de calidad. Y para desayunar, lejos de quitar el pan, debemos utilizar uno de fermentación natural y elaborado con materiales no procesados, al lo que un buen aceite de oliva y tomate o jamón bastarían para completar la tostada.
Y el debate de las tres o las cinco comidas, realmente solo necesitamos tres, siempre que estén bien diseñadas y nos aporten cantidad de nutrientes. Un buen desayuno y comida, y una cena ligera para conciliar bien el sueño. Aunque 5 comidas también son plenamente válidas para quienes sufran algún tipo de ansiedad por hambre, siempre hay que valorar cada caso personal.
¿Y si tenemos un ataque repentino de hambre?
Es común que en verano, y más con el calor, recurramos a los helados constantemente, algo que debemos controlar si lo que queremos es comer bien. Realmente el plan B más correcto sería comernos una pieza de fruta, pero muchos pasarán de ello, así que necesitamos alternativas de transición, una buena solución y que resulta mucho más atractiva es precisamente el chocolate, siempre que sea de alto porcentaje en chocolate negro (85%), y para quien lo sean fanáticos de este dulce, el yogur de coco es otra buena opción, siempre que sea natural, claro.
Recordar, importante establecer unos horarios para el descanso digestivo de mínimo 4 horas entre comidas, las cenas ligeras y a la hora de hacer la compra una buena planificación y un menú para evitar caer en tentaciones. Además, en el caso de los desayunos también es muy bueno y ayuda a la digestión el combinado de papaya con limón, jengibre y cúrcuma.