Fernando de Haro: "Sánchez parece que se ha enterado ya de que hay una huelga"

Ha habido aplausos a los transportistas en huelga. ¿Por qué hay aplausos a los transportistas?

Es verdad que han sido pocos aplausos. Puede ser una anécdota sin más valor. Pero es raro, es raro que los protagonistas de una huelga como esta sean aplaudidos. Raro porque según la gente de la alimentación el problema de desabastecimiento es peor que durante el confinamiento.

Raro cuando empresas como Calvo, Azucarera, Cuétara o Agrosevilla han tenido que parar sus procesos, y otras como Danone, Estrella de Galicia o Heineken ya han avisado de que tendrán que hacerlo. Raro que se aplauda a los huelguistas cuando hay que tirar leche, cuando hay empresas que han recurrido a ERTE. Igual los que aplaudían eran taxistas, conductores de ambulancias, o sea los transportistas de viajeros han convocado una concentración para el domingo. ¿Por qué aplauden a los transportistas? Porque hay mucho malestar. Sánchez ya sí parece que se ha enterado de que hay una huelga y ha anunciado que va a negociar.

Hasta ahora, Sánchez pedía esperar hasta la mágica fecha del 29 de marzo. En realidad la reunión de la que habla Sánchez estaba convocada para el viernes y lo que se ha hecho es adelantarla un día. Los primeros convocantes de la huelga no están convocados. ¿Qué le va a ofrecer el Gobierno a los transportistas? La ministra Calviño lo ha dejado claro: de bajada de impuestos nada.

¿Qué es mejor bajar impuestos o dar ayudas? La subida de los precios de la energía es la gran amenaza para nuestra economía y para la paz social. La teoría económica y Bruselas dicen que los precios deben reflejar el shock energético para que ahorremos. Para que, por ejemplo, usemos más el transporte privado y menos el público. Pero las ayudas hay que diseñarlas bien para que lleguen a quienes la necesitan y para que no reduzcan la competencia. El plan de ayudas debe ser debatido y afinado. El Gobierno dice que esta trabajando, pero nadie sabe nada de en qué trabaja el Gobierno.

La huelga de transportistas no nos hace olvidar el dolor y el sufrimiento de los ucranianos. El portavoz de Putin ha vuelto a amenazar con el uso de las armas nucleares.

Toda esta invasión y este genocidio que estamos viendo no habría sido posible si Rusia no hubiese recurrido al farol de las armas nucleares. Los ucranianos siguen defendiéndose con eficacia. Y posiblemente el gran objetivo de Putin sea que caiga la ciudad de Odesa para formar el corredor que va desde el sur al este de Ucrania. Quiere consolidar el control de esa parte del territorio y luego ya veremos.