Fernando de Haro: "Sánchez se tiene que olvidar de la promesa de la derogación de la reforma laboral"

Esta es la semana en la que llegan las vacunas de Janssen, llegarán el lunes y se van a destinar primero a los que tienen entre 70 y 79 años. Y esta es la semana en la que el Gobierno presenta su plan de reformas que tiene que mandar a Bruselas a cambio de los 140.000 millones de ayudas. El plan definitivo, en Bruselas ya algunas indicaciones, va a llegar al mismo tiempo que la queja de tres asociaciones que representan a 2.500 jueces en la que indican que en España no se respeta el estado de derecho.

En diciembre, el Parlamento Europeo aprobó una regulación la posibilidad de suspender los pagos a los países en los que la vulneración del Estado de derecho compromete la gestión del dinero europeo.

Esta mañana Sánchez ha adelantado, en realidad adelantando poco, el plan de reformas que el Gobierno va a mandar a Bruselas.

El dinero de Europa nos va a ayudar a salir de la crisis. La salida de la crisis en España no se retrasa como dice la ministra Calviño un trimestre, la recuperación de España se retrasa a 2023. Sánchez ha vuelto a prometer, como hizo en su momento Zapatero, la creación de 800.000 puestos de trabajo, esos 800.000 puestos de trabajo son probablemente los que haya que crear, quizás más cuando se acaben los ERTEs, para volver a la situación anterior a la llegada de la pandemia. Pero según el FMI eso no se producirá hasta 2027. Sánchez en su intervención ya ha admitido que nos esperan recortes o ajustes en el gasto.

De Haro: "Bruselas va a exigir volver a la disciplina fiscal"

¿Qué significa esta mención de las restricciones? El año pasado el déficit público se disparó al 11 por ciento, una barbaridad, teniendo en cuenta que el objetivo del pacto de estabilidad de la UE establece un máximo del 3 por ciento. Más pronto que tarde Bruselas va a exigir volver a la disciplina fiscal, y eso supone menos gasto público, recortes o ajustes. Sánchez ya empieza a reconocerlo en público. Como también empieza a reconocer en público que se tiene que olvidar de la promesa de la derogación de la reforma laboral que hacía en campaña.

Eso fue en la campaña electoral, luego se lo volvió a prometer a Bildu, le volvió a prometer a Bildu la derogación de la reforma laboral para sacar adelante la quinta prórroga de la reforma laboral. Hoy Sánchez ya no ha hablado de derogar la reforma laboral sino de actualizar.

¿Por qué se ha producido ese cambio? Porque Bruselas exige reformas en pensiones, reforma fiscal (subida del IVA) y reforma del sistema de pensiones? Hacer una contrareforma laboral como la que tiene pactada Sánchez con Podemos será un suicidio. Buena noticia, pues, Bruselas provoca un cambio de discurso en Sánchez, esperemos que ahora no arrastre los pies.