El ejemplo con el que Lorenzo Silva aclara si la RAE acierta manteniendo la tilde en 'sólo': "Uno muy claro"

Los escritores Lorenzo Silva y Daniel Gascón han pasado por 'La Tarde' para analizar la decisión de la RAE de rectificar y poner de nuevo la tilde a 'solo' cuando es un adverbio

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El ejemplo con el que Lorenzo Silva aclara si la RAE acierta manteniendo la tilde en 'sólo': "Uno muy claro"

Redacción La Tarde Belén Collado

Publicado el - Actualizado

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“A los pronombres se la quité, me convencieron. A "sólo" me moriré poniéndosela”. Así ha sido la contundente reacción en Twitter del escritor Lorenzo Silva, toda una declaración de intenciones ante el cambio de opinión de la Real Academia Española en cuanto a la tilde en la palabra "sólo". Tras trece años de polémica y debate, e incluso de cierta insumisión, la resistencia capitaneada por los escritores ha ganado la batalla a la RAE. La Academia de la Lengua rectifica e indulta a la tilde de "sólo" cuando se usa como adverbio y equivale a "solamente". Ha decidido que podrá llevar tilde, al igual que los pronombres demostrativos "éste", "ése" y "áquel", con sus femeninos y plurales correspondientes. Eso sí, la RAE espefica que se haga uso del acento especialmente cuando a juicio del que escribe haya un riesgo de ambigüedad.

"Mira que tuiteo poco...", ha bromeado el escritor y colaborador de 'La Tarde', Lorenzo Silva, aunque no ha podido evitar el revuelo y las reacciones a su comentario en redes. "Yo creo que lo que la Academia ha reconocido es una dificultad en la asimilación por parte de los hablantes, y por los que representan el registro culto de la lengua, empezando por muchos escritores, de esa regla ortográfica".

Tal y como dice en el tweet, Silva no tiene duda respecto a los pronombres. "Analicé todos los casos que se daban y realmente creo que ahí tienen razón, la ambigüedad es muy difícil". Sin embargo, considera que el caso del advervio es diferente. Para explicarlo de una manera más clara, el escritor ha puesto como ejemplo el verso de un poema de César Vallejo que habla de la confianza: "y en ti sólo, en ti sólo, en ti sólo". "En el texto original ese sólo lleva tilde, luego tenemos claro que se está refiriendo a alguien que puede ser un hombre o una mujer. Si le quitamos la tilde, invitamos al lector a preguntarse si es la confianza en un amigo, en la novia porque es el adverbio sin tilde, en el novio porque puede ser un poema de amor homosexual... El hablante tiene que hacerse preguntas y entra en un estado de desconcierto absolutamente gratuito", argumenta Lorenzo Silva.

Otro ejemplo más cotidiano podría ser la frase "solo estoy". "Si quito la tilde, entonces ¿qué es? ¿Que estoy solo, o que simplemente estoy, porque estoy tan afectado por algo que casi ni soy? ¿Por qué en usos tan sencillos tenemos que invitar al hablante a hacerse estas cábalas?", expresa el escritor. En este sentido, Silva cree en la lengua como herramienta de comunicación y que en los usos linguísticos tiene que haber deferencia hacia el escuchante y hacia el lector. "No tiene por qué meterle en líos innecesarios, sobre todo, si hay una regla que ha venido funcionando mucho tiempo y que zanja estas cuestiones".

Por su parte, Daniel Gascón, escritor y también colaborador de 'La Tarde', se ha mostrado más en sintonía con la norma de la RAE. "Niego la mayor. Realmente se podía poner la tilde". Considera que la noticia del cambio ha sido un tanto exagerada y no ve demasiado problema en no hacer uso de la tilde, ya que "en la mayoría de los casos, el contexto te ayuda mucho a eliminar esas ambiguedades". Además, apunta que la razón por la que algunos escritores han decidido mantener la tilde y otros, como en un caso, han prescindido de ella, se debe a que "uno se encariña mucho con la forma en la que ha aprendido a escribir", y reconoce que a él mismo al principio le resultaba raro escribir "solo" sin tilde.

Lorenzo Silva coincide con Daniel Gascón en que se puede sustituir por "solamente", pero sólo en ciertas ocasiones que no pongan en peligro la expresión artística o poética. "Muchas veces esa sustitución lo que hace es volver más artificioso el texto, y el narrador prefiere la forma breve. ¿Por qué no le vamos a dejar que tenga una herramienta para que ningún lector pase un instante de desconcierto?", comenta el escritor. Para Silva, "la regla estaba ahí y había que defenderla". De hecho, asegura que en algunos de sus textos tuvo algún encontronazo con algún corrector o editor por la inclusión de la tilde.

Aunque haya existido en todos estos años y aún sigue existiendo cierta batalla entre lexicógrafos y escritores, la RAE asegura, según ha podido saber COPE, que la norma no se ha modificado, sino que se ha aprobado un cambio de redacción que se publicará en el Diccionario Panhispánico de Dudas para hacerla más clara. A pesar de que parece que la RAE no quiere dar del todo su brazo a torcer, Lorenzo Silva tampoco: "Lo seguiré haciendo, y creo que los creadores deben seguir haciendo lo que razonablemente les parezca. Y, por supuesto, el gremio que representa Daniel, el de los correctores y editores, hará bien en insistirnos a los refractarios para que los textos sean más uniformes y para no crearles líos".

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