Encuentran cuatro tumbas romanas en un campo de Cuenca y lo que proponen a los vecinos les tiene en vilo hasta enero

Si eres un apasionado de la Historia, seguro que hay alguna época que te guste más que otra y que hayas estudiado con mucho más detenimiento que otras. Habrás leído todo tipo de libros, desde ensayos hasta manuales pasando por novelas ambientadas en esa época. 

Puede que te lo sepas todo y que, en ese entonces, te hayas imaginado un montón de veces cómo se vivía en ese entonces, cómo se relacionaba la gente, cómo eran las casas y qué comida tomaban. Pues bien, gracias a las excavaciones y múltiples técnicas que existen, podemos perfilar eso con mucha mayor precisión.

Y hasta la época romana, una de las preferidas por los apasionados de la Historia y de muchos historiadores, nos vamos hoy. Porque, afortunadamente, aquí en España hay mucho vestigio del Imperio, ya que fuimos una parte fundamental de él.

Por eso, nos trasladamos hasta un yacimiento importantísimo de lo que es la Hispania romana y también de Europa: el de Noheda, en Villar de Domingo García, en Cuenca.

Y es que ahí se han encontrado vestigios importantísimos de una villa romana que data del siglo IV después de Cristo.

Entre esos vestigios, se encuentra una necrópolis en la que aparecen cuatro tumbas con nueve individuos dentro. Gracias a ella, se puede imaginar cómo era la vida hace mil años.

Una imagen de más de mil años de antigüedad

A cargo de esta investigación está Miguel Ángel Valero, profesor y arqueólogo. Él nos contaba cómo esta villa romana, que mide como diez capos de fútbol, está dando datos clave de esta época en nuestro país.

Una villa que habla, como él mismo indicaba, de una gran opulencia. Y es que solo el comedor, que era un comedor privado, medía 290 metros cuadrados.

“Es excepcional por todas las estancias de grandes dimensiones. El baño está decorado con esculturas y mide mil metros cuadrados, es un ejemplo claro de la opulencia. Las termas privadas eran con mosaicos en suelo y techo, mármoles de todo tipo...El sistema de piscina es calefactadas, encontramos collares, joyas...De todo” explicaba.

“Estamos intentando discernir qué es lo que pasaba ahí, la villa mide diez campos de fútbol, hay una casa de casi dos campos de fútbol, pero apenas llevamos excavados un 5%, seguimos avanzando” advertía el arqueólogo.

Lo cierto es que, en determinado momento, ese gran salón colapsó y parte de las estancias, más tarde, las convirtieron en una necrópolis, donde se han hallado esas cuatro tumbas con nueve individuos dentro. “Las tumbas miden 900 metros cuadrados, era una ostentación del poder”.

Y, sí, tal como imaginas, muchos de ellos están enterrados en la misma tumba. Por eso, para saber más sobre ellos, decidieron poner en marcha un proyecto con los vecinos del pueblo.

El proyecto en colaboración con todos los vecinos

A partir del hallazgo, decidieron explorar a esos cadáveres y ver si algún habitante del pueblo es descendiente directo de estos romanos. 

“Los estamos exprimiendo, nos interesa saber si los que están en las mismas tumbas eran familiares, y además intentar ver si somos capaces de recuperar su última comida” expresaba.

Y es que gracias a la tecnología de la que disponen, pueden “recuperar la flora y fauna de un entorno. Es una cápsula del tiempo, no hubo ninguna ocupación. Las excavaciones arqueológicas se hacían con unos intereses, hablamos del final del imperio romano. Nos parecía oportuno trazar una línea para saber discernir si encontramos algún ligero descendiente” aseguraba.

Y es algo que los vecinos se han tomado muy bien, porque ya se han apuntado para que estudien su ADN y ver si son descendientes de estos romanos.

“Ya advertimos que llamaríamos en enero, pero no han esperado, hemos recibido muchas peticiones de apellidos tradicionales de la zona. Se están ofreciendo, cuanto más tengamos, más fácil encontrar la aguja en este pajar” sentenciaba.