La “extraña” petición de Sito Miñanco, en pleno tercer grado, que pone en alerta a la Policía Nacional: “No es normal”

Es uno de los narcos “insignia” de nuestro país, y su nombre ha llevado a protagonizar libros, series, y un sinfín de comentarios en redes sociales. Su nombre, más que conocido por todos, es Sito Miñanco. 

Es uno de los rostros más reconocibles de nuestro país por su ilegal trayectoria, pero ahora, vuelve a resonar con más fuerza. Y es que, aunque ahora disfruta del tercer grado penitenciario, esa concesión va a ser efímera porque, en unos días, le toca volver a prisión.

En apenas diez días se vuelve a enfrentar a un juicio decisivo, el de la Operación Mito. Por ahora, disfruta de cierta libertad, pero por riesgo de fuga, que es altísimo.

Se trata de un juicio que podría cambiar toda su trayectoria, y del que estamos plenamente atentos. Por eso, Pablo Muñoz, periodista de ABC y especializado en sucesos, nos responde a todas nuestras dudas en 'La Tarde'.

Quién es Sito Miñanco y en qué consiste la 'Operación Mito'

José Ramón Prado Bugallo, más conocido como Sito Miñanco, es uno de los narcotraficantes más mediáticos de las últimas décadas en nuestro país. 

Miñanco, de 69 años y natural de Cambados (Pontevedra), ha dedicado su vida al crimen, desde que comenzó como piloto de planeadoras a introducir tabaco de contrabando en las rías gallegas, hasta continuar con todos los delitos relacionados con el narcotráfico, de hachís y cocaína, y siguiendo con blanqueo de capitales.

Muy lejos quedan en el tiempo los años ochenta del siglo pasado, cuando Miñanco se paseaba en descapotable por su Cambados natal y parecía un benefactor de la localidad, desde apoyo a los partidos políticos hasta patrocinador de un equipo de fútbol.

Con la inyección monetaria de Miñanco, el Cambados, un equipo de semiaficionados, estuvo a punto de llegar a Segunda División.

Su primera gran caída fue en 1990 con la Operación Nécora, y en 2001 fue condenado nuevamente. Incluso la Reina Letizia, por aquel entonces periodista de TVE, informó de su detención.

A sus 69 años se enfrenta de nuevo a la justicia. Su juicio será el próximo 18 de noviembre en la Audiencia Nacional, por la Operación Mito, una operación que la Policía bautizó en su honor.

Una operación que, como recordaba Pablo Muñoz, “demuestra las actividades del capo en su última etapa”.

“Había dado un salto, tras fracasar dos veces, y busca nuevos socios y puntos de aprovisionamiento, México y Ecuador. Su idea era dejar los colombianos, se enfilaba un juicio por blanqueo de dinero y se investiga aquí el intento de introducir en España dos cargamentos de dos toneladas en España” explicaba.

“La Policía le seguía la pista, además de ser detenido él, cae toda su organización. Cada vez que se sienta en el banquillo, se declara inocente” decía.

La extraña petición en pleno tercer grado

Ahora mismo, la Junta de Tratamiento de la Cárcel de Segovia (donde ha estado preso), ha pedido que Sito Miñanco vuelva a prisión porque, por cercanía de juicio, existe un alto riesgo de fuga. 

“Regresa a dormir a un centro de inserción social, entre semana permisos para hacer lo que él considerara, es una fase como de preparación a la libertad. La situación cambia por completo, lo más sensato y normal es cambiarla” explicaba Pablo Muñoz.

Sin embargo, las asociaciones antidroga consideran que seguir en tercer grado es una “temeridad”. “En ese riesgo de fuga, lo normal es que la situación vuelva a su punto de partida y vuelva a prisión. Es real porque Sito Miñanco no tiene problemas de dinero y tiene unas grandísimas relaciones para que alguien le ayude a escapar” comentaba.

Y en pleno tercer grado, ha hecho una petición “extraña” a la Policía Nacional: que dejen de vigilarlo en esta condición de libertad.

“Cualquier preso tiene derecho a preparar su defensa, pero no hablamos de eso. No puede andar por su cuenta, reunirse con su abogado sin control policial, porque alimentamos las posibilidades de una huida. Estas peticiones, para él son normales, pero desde el Estado de derecho no” aseguraba.