La foto: "Mira niño los colores, canta coplas, que no tengo pan para traerte"

La foto que me ha llamado la atención la publica hoy el diario El País. La imagen tiene mucha profundidad, el fondo es el de una calle muy estrecha, más bien un callejón pino que asciende entre casas pobres. El suelo de hormigón resquebrajado, algunas de las fachadas sin acabar, con los ladrillos vistos, que se acabó el dinero antes de que se las pudiera enlucir. Puede que sea una de las calles de los cerros, de los barrios pobres de Caracas, donde los rojos, los celestes, los amarillos limón con los que se pinta todo le ponen color a las noches sin cena y a las mañanas sin un mendrugo . ¡Mira niño los colores, canta coplas, niño, que no tengo que tengo pan para darte¡ Llueve en los cerros de Caracas, y los vecinos han sacado cubas rojas y moradas para recoger el agua, que al menos cuando falta libertad y ya no hay arepas, al menos el cielo regala gratis. Al menos cae gratis agua del cielo.

En la foto chorrea un balcón goterones gordos, que todo es llanto en Caracas. Y en mitad del callejón un chiquillo negro y con camiseta a rayas juega con una rueda. La manita negra, con uñas muy blancas del niño sostiene la goma que baja muy erguida por la cuesta, y el niño medio descalzo, con unas piernitas y unos brazos enclenques juega con la rueda, y el niño se divierte y lleva media sonrisa puesta. La rueda muy seria hace su trabajo en un mundo sin juguetes y deja claro la señora rueda que al menos la ley de la gravedad sigue vigente. ¡Mira niño los colores, canta coplas, niño, que no tengo que tengo pan para darte¡ A la rueda, rueda, niño sin pan y canela, te quedaste sin niño chavito y sin escuela. ¡A la rueda, rueda, niño negro del cerro, tú juega y juega que no pare tu rueda, que si se para gana la pena!