Un médico denuncia en qué condiciones atienden durante sus guardias: “Si yo fuera paciente no querría"

Los profesionales sanitarios llevan años queriendo eliminar este sistema de guardias de 24 horas e implantar en su lugar jornadas de 12 horas, como ya ocurre en otros países

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Un médico denuncia en qué condiciones atienden durante sus guardias: “Si yo fuera paciente no querría"

Redacción La Tarde Belén Collado

Publicado el - Actualizado

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“Llevo ya 25 horas en el hospital sin parar, he dormido esta noche 2 horas”. Es el testimonio de Inés, médico residente de primer año. Celia, otra compañera, se queja del cansancio y la desmotivación al pensar que tiene guardia el viernes y el lunes, es decir, muy seguidas. Estos son solo dos ejemplos, pero es la situación que viven en su día a día los miles de doctores que ejercen en nuestro país.

Las guardias de 24 horas sin prácticamente descansar son un sistema que persiste en España desde 1966. Son obligatorias hasta los 55 años y se pagan de media entre los 25 y los 30 euros la hora, dependiendo de la comunidad autónoma. Sin embargo, en ningún caso cotizan como tiempo trabajado de cara a la jubilación, con lo que no suponen grandes ventajas. Aún así, para muchos médicos las guardias son la manera de completar su sueldo, ya que en algunos casos sin ellas serían algo bajos.

De todas formas, ¿hasta qué punto es necesario que sean guardias de 24 horas seguidas? Los médicos llevan años queriendo eliminar este sistema e implantar en su lugar jornadas de 12 horas, como ya ocurre en Francia, Suecia o Finlandia, pero de momento no parece que haya acuerdo.

Por otro lado, cabe preguntarse si estas guardias tan largas son seguras, en el sentido de en qué condiciones se encuentra el médico que lleva ya 20 horas trabajando cuando tiene que atender a un paciente, por ejemplo, que llega con un infarto.

“Lo peor es el día de después y, sobre todo, el tercer día”, comenta Javier Esteban, jefe de Medicina Interna del Hospital de Getafe. La razón es que ese día tiene que volver al trabajo y la noche anterior no ha podido dormir adecuadamente. “Después de haber estado trabajando tantas horas, te cambia tu ciclo circadiano y te dificulta conciliar el sueño por la noche”. Es lo que le sucede a él mismo y a muchos de sus compañeros.

Javier Esteban tiene 56 años, es decir, no está ya obligado a hacer guardias, pero admite que las sigue haciendo por una cuestión económica. “Nuestro sueldo base es pequeño y todo lo demás son extras, y la mayoría de ellos son relacionados con las guardias”.

No obstante, reconoce que las condiciones en las que se encuentran los profesionales, especialmente en las últimas horas de esa guardia sin apenas descanso, no son las más óptimas para cuidar de los pacientes. Y no solo en el área de urgencias, el doctor apunta que hay tareas en planta que requieren los cinco sentidos por parte del médico. “Atender, por ejemplo, una sepsis en una planta de hospitalización, donde el paciente tiene un riesgo de fallecer mucho más alto que con un infarto o un ictus, requiere también muchísima destreza y estar muy descansado para poder atenderlo. Desgraciadamente, cuando atiendes a un paciente después de llevar 20 horas seguidas trabajando, a pesar de tu profesionalidad y de que pongas toda tu atención, si yo fuera paciente no querría que nadie me atendiera en esas condiciones”.

El doctor admite que en los últimos años el sentido de las guardias ha cambiado radicalmente de simplemente estar a la expectativa por si surge alguna urgencia a convertirse en una continuación de la jornada habitual trabajando a destajo. “Es como si hicieras tres turnos seguidos”, indica el médico. Por lo tanto, ni él ni muchos compañeros de profesión entienden cómo se espera de ellos que trabajen con un nivel de alerta y de destreza durante tantas horas seguidas, por lo que no dudan en seguir pidiendo que se revise este sistema que no beneficia en exceso ni a médicos ni a pacientes.

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