"Oye, todavía queda un corredor por llegar, mi marido"

El pasado mes de febrero un hombre trasplantado cruzó la línea de meta horas después de haber finalizado la prueba 

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Ganador por un día a pesar de quedar último

Borja Martínez

Publicado el - Actualizado

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El pasado 25 de febrero se celebró en Mallorca una carrera popular de 8 kilómetros. Como en todas las carreras los participantes fueron llegando uno a uno, cada uno a su ritmo. Hasta aquí todo en orden. La verdadera historia llega cuando la organización se piensa que ya no quedan más corredores. Los voluntarios siguen la roden y comienzan a recoger todas las vallas. Hasta que una mujer paró a una voluntaria y la dijo: "Oye todavía falta un corredor por llegar, es mi marido, Miguel Ángel Ferriol. Es un hombre con un trasplante de hígado". Hace 9 años recibió un tranplante que le salvó la vida y se apuntó a la carrera para demostrarse que podía con todo y para homenajear a su donante. 

"Ahora esto muy bien, descansado. Me trasplantaron en el 2009 justo cuando me quedaba un mes de vida"

En 'La Tarde' hemos hablado con Miguel Ángel, sobre su heroico "triunfo": "Ahora esto muy bien, descansado. Me trasplantaron en el 2009 justo cuando me quedaba un mes de vida. Entré en lista de espera con el segundo turno y por suerte tardé poco. No hay peor momento que la angustia que tienes al esperar por un órgano". Por suerte a Miguel Ángel le llegó su momento y pudo comenzar una nueva vida: "Hace una año empecé a correr, nunca antes lo había hecho. La gente mientras yo corro me pasa andando". Cuando salió la oportunidad de correr 8 km no lo dudó en ningún momento. Se apuntó toda la familia. Miguel Ángel tardó dos horas en completar el circuito, algo que le extrañó un poco: "Mi récord personal era hacer 6 kilómetros en 1 hora". 

ESCUCHA LA ENTREVISTA COMPLETA | Miguel Ángel Ferriol y Mar Saus 

Cuando llegó a la meta le esperaba una multitud de gente para recibirle como se merecía un verdadero campeón: "Entré eufórico con todos los voluntarios corriendo, y de fondo empecé a escuchar mi nombre, incluso la Concellera estaba esperándome en la meta. todo fue espontáneo. Yo pensaba que solo estaría mi mujer esperándome para irnos a casa". 

La otra pieza de la historia es Mar Saus la voluntaria a la que se acercó la mujer de Miguel Ángel y que posterirormente avisó a la organización para que pararan de recoger. Horas más tarde compartió la historia en sus redes y corrió como la espuma: "Su mujer me dijo que si podía buscar una medalla para dársela cuando llegara que le haría mucha ilusión". Ahora Mar se ha convertido en una donante de órganos y anima a todo el mundo a hacerlo: "Yo ya se lo había dicho mis padres y ahora se lo he dicho a todos mis amigos". 

Miguel Ángel ha querido dejar un último mensaje: "Que donen órganos, a pesar de que España es puntera en la donación, siguen faltando órganos". 

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