Su pastelería acaba arrasada por la Dana y, meses después, rompen las reglas de las Fallas por ellos

La historia de Llanos Sáez, dueña de la pastelería Marcelito, mi obrador de confianza en Paiporta (Valencia), es un ejemplo de resiliencia y superación. Tras ver su negocio completamente arrasado por la Dana que azotó la región en octubre pasado, Llanos y su familia lograron reabrir sus puertas el pasado 10 de diciembre. 

Ahora, su lucha y la de tantos otros comerciantes afectados ha sido reconocida de una manera muy especial: a través de un ninot indultado en las Fallas de Valencia 2025. Este ninot, que representa a una pareja de ancianos celebrando sus bodas de oro en una pastelería, rinde homenaje a los comercios que se vieron obligados a empezar de cero tras la riada.

La Dana: un antes y un después para Paiporta

La Dana, una de las peores riadas que ha sufrido la Comunidad Valenciana en décadas, dejó un rastro de destrucción en Paiporta y otras localidades. Llanos recuerda con dolor aquel día: "Fueron dos metros de agua que destrozaron todo el local. La pastelería de venta y el obrador quedaron arrasados. Maquinaria, mobiliario, materia prima... todo se perdió". La escena que encontraron al abrir las puertas era desoladora: "La cámara frigorífica fue levantada por el agua y causó un agujero en el techo. Los ladrillos del suelo estaban levantados, y todo estaba amontonado en el centro del local".

El esfuerzo para recuperar el negocio fue titánico. "Los primeros días nos dedicamos a limpiar sin parar. Era como el día de la marmota: cada día encontrábamos lo mismo, fango y más fango", explica Llanos. Con la ayuda de vecinos y voluntarios, lograron sacar adelante lo imposible. "Nos trajeron palas, barreños... lo que fuera necesario. Sin esa ayuda, no habríamos podido hacerlo".

El ninot indultado: un homenaje a la lucha de los comerciantes

El ninot indultado de este año, creado por el artista fallero David Sánchez Llongo, es un emotivo homenaje a los comercios afectados por la Dana. La escena representa a una pareja de ancianos celebrando sus bodas de oro en una pastelería, rodeados de pasteles y con una vitrina llena de dulces. En las paredes del local, dos láminas con los lemas "El pueblo salva al pueblo" y "El comercio salva al comercio" recuerdan la solidaridad que permitió a muchos negocios reabrir sus puertas.

"Este ninot es muy simbólico. Representa toda una vida, como la que mucha gente de Paiporta y otros pueblos afectados perdió bajo el agua y el fango", explica Llanos. Para ella y su familia, ver su historia reflejada en la falla es un reconocimiento al esfuerzo y la lucha de todos los comerciantes que tuvieron que empezar de cero.

A pesar de las dificultades, Llanos y su familia lograron reabrir la pastelería el pasado 10 de diciembre. Sin embargo, el camino no ha sido fácil. "Todavía no hemos recibido todas las ayudas prometidas, y el local sigue necesitando reformas", señala. Aun así, la ilusión y el trabajo duro han permitido que Marcelito, mi obrador de confianza vuelva a ser un punto de referencia en Paiporta.

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La reapertura: un nuevo comienzo

"Gracias a Dios, con trabajo y esfuerzo se consiguen las cosas. Y con ilusión, todo es posible", afirma Llanos. Su historia es un ejemplo de cómo la comunidad puede unirse para superar las adversidades y reconstruir lo perdido.

Las Fallas de Valencia 2025 han estado marcadas por la emotividad y el recuerdo a quienes sufrieron las consecuencias de la Dana. El ninot indultado no solo es un homenaje a los comercios afectados, sino también un mensaje de esperanza y solidaridad. "Es una forma de recordar que, incluso en los momentos más difíciles, el pueblo siempre sale adelante", explica David Sánchez Llongo, el artista creador del ninot.

La historia de Llanos Sáez y su pastelería es un ejemplo de cómo la resiliencia y la solidaridad pueden superar incluso las peores adversidades. El ninot indultado de las Fallas 2025 no solo rinde homenaje a los comercios afectados por la Dana, sino que también envía un mensaje de esperanza y unión. En Paiporta, esa ilusión sigue viva, dulce a dulce.