La queja de Elena, una oyente de Málaga, por lo que no tiene en cuenta el Gobierno para los celiacos: “Piensan que es una moda”

Elena es madre de Lola, una joven de 15 años a la que diagnosticaron celiaquía, y contaban las dificultades que tienen para tratar la enfermedad

Ana Rumí

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Se estima que entre 600.000 y 900.000 personas en España son celiacas, un número que, como poco, debería impresionarnos. Y es que aunque sepamos más bien poco de esta enfermedad, va mucho más allá de privarse de alimentos con gluten. 

Para los celiacos es imposible comer productos que contengan trigo, cebada o centeno, porque, de ser así, puede ser letal. Este es, como recalcan los propios celiacos, el tratamiento que requiere su enfermedad.

Aunque parezca que es un tratamiento simple y que no tiene mucho más que investigar, la vida de los celiacos puede tornarse muy complicada. Si conoces a alguien que tenga celiaquía (o incluso si ese alguien eres tú), sabrás que tienen que restringirse mucho.

Ya no solo es evitar alimentos que contengan gluten, sino que tienen que evitar ciertos restaurantes y locales que no ofrezcan una carta específica para ellos. Incluso habiendo opciones para celiacos, deben procurar que no haya contaminación cruzada para que nada les perturbe su salud.

Lola tiene 15 años, es de Málaga y es celiaca desde hace bastantes años. Ella misma explicaba en 'La Tarde' de COPE los problemas que tiene para hacer planes típicos de su edad, lo que repercute psicológicamente, por la necesidad de evitar el gluten a toda costa.

“A la hora de salir a comer o cenar con amigas, se me limitan los lugares a los que asistir. Suelo ir a los mismos siempre, no hay más zona donde pueda comer, y a mi grupo lo mantengo en el mismo sitio solo por mí y mi salud, y me fastidia a mí y a mi entorno” expresaba.

Dice que, afortunadamente, sus amigos entienden su situación y se acomodan a lo que ella diga. Sin embargo, aquí viene otro de los problemas que tienen los celiacos, y que pocos tienen en cuenta.

Uno de los problemas que menos se tienen en cuenta

Ya no solo es que no puedan salir y tengan que evitar ciertos planes sociales por salud, sino que hay un problema manifiesto en su tipo de vida que pocos tienen en cuenta. 

Y este es, por supuesto, un problema económico. Se estima que una familia española, con al menos un celiaco en casa, gasta unos 1.200 euros más al año que alguien que no tenga esta afección. Al mes se gastan cien euros más. Y sí, es un problema grande.

Estantería de un supermercado

Así lo expresaba Elena, la madre de Lola. “Lola es celiaca y es una enfermedad que no está lo valorada que debería. Piensan que es una moda y es una forma de vivir y eso no es así”.

“Cuando vamos a hacer la compra del mes, si hay alimentos específicos para Lola, asciende a 100 euros y a lo mejor solo llevas las cosas básicas. Somos trabajadores normales y nuestra economía no está para eso, intento hacerle cosas yo y sacar lo mejor de mí” decía.

Contaba que antes tenía que comprar las cosas en herbolarios, y que, afortunadamente, ahora pueden tener esos productos en supermercados comunes.

Así pues, hacía un llamamiento al Gobierno por el precio de los alimentos.

El precio que asciende si eres celiaco

En 'La Tarde' hemos ido a hacer la compra para comprobar hasta qué punto, con productos básicos, se encarecen los precios. Así pues, una compra normal de una con productos sin gluten se diferencia en 7 euros. Insistimos, una compra de productos básicos. 

Y si hay un producto básico, ese es el pan. Si vas a cualquier supermercado, verás que para encontrar un pan sin gluten, tienes que irte hasta los panes especiales. Panes que tienen el 10% de IVA, el máximo.

Esta es una de las quejas que hacía Elena, ya que se le encarece y mucho la lista de la compra. “Es la alimentación que ellos necesitan, no es ningún lujo, que lo ponen como tal, pero no es así. Podemos tirar con esto, pero hay familias que no pueden, es insostenible” aseguraba.

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Varios tipos de pan

Aaron Santana es el presidente de FACE, la Federación de Asociaciones de Celíacos de España. Él explicaba que no lo entendían, que “siempre pidiendo reuniones con los diferentes ministerios para intentar que se cumpla la sentencia y buscar fórmulas para paliar el sobrecoste”.

“Estamos constantemente luchando, viene provocado porque las leyes que se redactan no tienen en cuenta la idiosincrasia de la elaboración del pan. Casi todos contienen almidones para ser industrializados y tener mayor durabilidad, estamos fuera de esa norma” expresaba.

“Cuesta mucho elaborarlo y la industria ha necesitado usar almidones y otro tipo de productos para tener un pan un poco más esponjoso y parecido a uno con gluten. La ley no está contemplando esta diferenciación” se quejaba.