El rayo láser canario con el que la Agencia Espacial Europea quiere limpiar el espacio
El organismo europeo ha llegado a un acuerdo con el Observatorio del Teide para que en un plazo de medio año se instale un nuevo telescopio láser.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Como si de la estrella de la muerte de la Guerra de las Galaxias se tratase, la Agencia Espacial Europea pretende instalar en la Estación Óptica Terrestre del Observatorio del Teide, un telescopio láser. La misión del telescopio consistirá en hacer un seguimiento de los fragmentos de basura espacial para, posteriormente, eliminar los más peligrosos.
Miquel Serra Ricart, administrador del Observatorio del Teide perteneciente al Instituto Astrofísico de Canarias explica cómo funcionará el nuevo telescopio: “al impactar con fragmentos de basura, (el láser) podrá moverlos milímetros, pero eso puede ser suficiente para desorbitarlos y hacer que caigan en la tierra y se desintegren”. También ha querido precisar que “con horas o días de impacto continuo se podrá desviar la trayectoria de la basura espacial”.
El láser llegará a distancias entre los 400 y 700 kilómetros, lo que, según Miquel Serra es una “órbita baja”, pero donde actualmente se encuentran muchas de las misiones de la Estación Espacial Internacional. Sobre el problema de la suciedad espacial, Serra ha querido recalcar que “la gente no se piense que la densidad es baja”, puesto que se calcula que a esa distancia hay al menos un millón de objetos en órbita.
El láser podrá ser visible y alcanzar velocidades superiores a decenas de miles de kilómetros por hora. Tanto es así que, incluso desde un avión podría ser visible, aunque, entre otras cosas se ha elegido el Observatorio del Teide porque está totalmente prohibido sobrevolar la zona.
El acuerdo ya es total y se espera que el nuevo telescopio equipado con láser esté operativo en un plazo de medio año, unos siete u ocho meses aproximadamente. Miquel Serra no ha querido dejar escapar la oportunidad de recordar que existen “misiones actuales con probabilidad alta de impacto”. Lo que se hace aún más grave por el hecho de que es un “problema creado por nosotros. Hemos ensuciado el espacio”, concluye.