La tapa española, a un paso de la eternidad
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Todos tenemos algún amigo o familiar viviendo en el extranjero. Cuando conecto por Facetime con mi hermana Sofía (que vive en Boston) siempre me dice lo mismo: “¡Lo que más echo de menos es la comida!”
Quizás lo que más echa de menos Sofía no es la comida en sí, sino el formato. Sofía se va a alegrar mucho cuando se entere de que la tapa está a un paso de convertirse en patrimonio inmaterial de la humanidad de la UNESCO. Nos preocupa mucho si un alimento contiene trazas de frutos secos, o lactosa. Pero ¿alguna vez te has preguntado por el origen de las tapas? Lo ha explicado en COPE el historiador gastronómico y Presidente de Gastro Arte, Fernando Rueda: “La tapa está siempre sujeta a cantidad de leyendas y ritos. Lo que está claro es que la tapa es del final del siglo XIX y principios del XX”.
ESCUCHA LA ENTREVISTA COMPLETA | Fernando Rueda en el 'Mediodía de Fin de Semana'
A lo largo de los siglos, el concepto que conocemos como tapa ha gozado de diferentes etiquetas: tentempié (alimento para calmar el apetito), avisillo (el primer aviso del hambre) etc. “La tapa tiene un valor identitario y la UNESCO lo que pretende es dar a conocer los valores naturales e identitarios que son elementos que distinguen a una comunidad del resto de la humanidad. La tapa no tiene riesgo de desaparición, y por eso descartamos esa motivación en nuestra candidatura”, concluye Fernando. La tradición popular atribuye el origen de la tapa al Rey Alfonso X en una visita a Andalucía. El tabernero le puso una tapa encima de la bebida para evitar que entraran insectos. Este es uno de los múltiples orígenes que se atribuyen a esta forma tan española de acompañar la cerveza o el vino. Y, como bien explica Fernando Rueda, el verbo tapear nunca se conjuga solo. Si se tapea, se tapea con alguien. Y que sigamos tapeando muchos años.