En el corazón del Congo

Nuestro programa La Linterna, con su director, Ángel Expósito, a la cabeza, se ha hecho presente estos días en la República Democrática del Congo para conocer la realidad de este país que el Papa Francisco visitará del 2 al 4 de julio. Ayer pudimos escuchar en La Linterna algunos testimonios impresionantes que Ángel ha recogido en Kinshasa de varios misioneros, en los que se refleja la paradoja de un pueblo lleno de vitalidad y de empuje, y un contorno institucional pésimo que arrastra una corrupción endémica inimaginable y toda clase de abusos de poder.

El Congo es un país que produce vértigo: inmenso, vibrante, con un paisaje arrebatador, riquezas minerales que provocan los peores instintos y una convivencia siempre al borde del estallido. El tablero se complica aún más debido a las tensiones étnicas y a las guerrillas de difícil clasificación, especialmente en la zona de los Grandes Lagos. No olvidemos que el Papa llegará hasta Goma, epicentro de la violencia, donde la Iglesia católica ha pagado ya un enorme tributo de sangre.

Nuestro compañero mostraba el asombro que provoca que, en medio de un infierno, surjan pedazos de cielo, verdaderos espacios de humanidad: hospitales, escuelas, parroquias, cooperativas… toda una red de bien, que resiste y rompe el muro de la violencia y de la desesperanza.

En el Congo, la Iglesia es un verdadero factor de vertebración social, casi el único. Es una voz que no ha dudado enfrentarse al poder, ya sea el del gobierno o el de los bandidos de diversa calaña. Ha luchado por establecer un verdadero régimen democrático y por acabar con el tribalismo. En el inminente viaje del Papa, en el que ya nos hemos introducido gracias a La Linterna, no hay nada de exotismo, sino una apuesta por la esperanza que nace de la fe vivida por tantos testigos en aquella tierra.